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Luca le había preguntado a Giulia en el desayuno sobre la vieja biblioteca del pueblo, aparentemente ya la habían mejorado y puesto más relevancia, eso hizo que se pusiera feliz. Ahora se encontraba yendo a aquel lugar, dispuesto a encontrar información sobre lo que le sucedía a Alberto

No podía contarle a nadie sobre lo que pasaba, no quería dañar la buena reputación que tenía Alberto con todos los habitantes de Portorosso y más aún la imagen que tenía con el señor Massimo y Giulia, eran su familia y aunque adoptiva, Luca no quería quitarle eso a su mejor amigo

Aún sentía las manos de Alberto recorriendo su cuerpo, le asustaba la forma en que lo miraba, mientras se cambiaba, mientras dormía ... ¿Le habrá hecho algo malo estando dormido? No quería pensar mucho en eso, él seguía siendo su amigo a pesar de todo esto ¿Verdad?

Él no había bajado a desayunar, al menos no mientras él estaba ahí. Se sentía un poco mal por haberlo rechazado así, pero era verdad, no quería hablar sobre aquello y peor en esta situación

Suspiró pesadamente mientras seguía caminando, solo deseaba acabar con esto para seguir divirtiéndose con él como todos los veranos.

Recordaba que la primera vez que volvió, Alberto no se separó de él ni por un segundo, le daba abrazos y hasta besitos en las mejillas, parecía un cachorro que volvía a ver a su dueño después de tiempo. Esos recuerdos lo hicieron sonreír

Algunos habitantes del pueblo lo saludaban mientras iba a su destino, eran muy agradables, reconocía a cada uno de ellos y los recordaba con alegría, prácticamente lo vieron crecer. Les devolvía el saludo alegremente

Unos segundos más pasaron y por fin llegó a la vieja biblioteca del pueblo. Giulia tenía razón, habían pintado las paredes por fuera y ahora había un letrero promocionando nuevos libros y cómics, Luca sonrió anchamente, las bibliotecas eran como la entrada a un mundo lleno de posibilidades y fantasías, le fascinaban

Finalmente entró, no era tan grande como la que había en Génova, pero sin duda el ambiente era el mismo. Habían niños leyendo alegremente lo que parecían ser unos cómics y adultos mayores leyendo atentamente esos libros gruesos que parecían ser enciclopedias, todo estaba en un silencio tranquilo pero alegre a la vez

Se dispuso a buscar libros de criaturas marinas y quizás de reproducción humana y animal. En la escuela no hablaban casi nada de reproducción sexual, como si fuese pecado hablarlo, siendo algo tan natural, por ende Luca no estaba tan informado del tema

1, 2, 3, 4 libros ... Sería un largo día leyendo, aunque Luca parecía tan animado que seguro para él solo serían minutos

Alberto no bajó a desayunar sino hasta que vió a Luca saliendo del hogar desde la ventana de su habitación

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Alberto no bajó a desayunar sino hasta que vió a Luca saliendo del hogar desde la ventana de su habitación. No quería incomodarlo de nuevo, agregando que sentía que cada vez se ponía peor con su problema y aparentemente Luca era la única persona que lo provocaba de esa forma, no quería dañarlo más de lo que ya había hecho

𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙚𝙘𝙚𝙨 [ 𝘼𝙡𝙗𝙚𝙧𝙩𝙤 × 𝙇𝙪𝙘𝙖 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora