Una vez que sale del agua, SiZhui vuelve ser humano y nada hasta la orilla del bosque, donde encuentra a todos discutiendo.
Esto se ve mal.
—¡Un dragón! Claro que es una estupidez. ¡AL CARAJO CON TODO! —Jin ZiXuan patea una bellota con rabia—. ¡Viviremos toda la vida escondidos!
—¡Jin ZiXuan! ¡Deja de ser tan pesimista! —se enfada Wei WuXian.
—Soy realista.
—¡Lan Zhan!
—Wei Ying, los dragones no existen —Lan WangJi concuerda con Jin ZiXuan—. Esto fue ridículo.
—¡Para ti todo es ridículo! Ja, por algo ya no estamos juntos.
—Tú...
—¡¿Yo qué?! Anda, dilo. ¡¿YO QUÉ?!
—Nosotros ya nos vamos —dice Xue Yang al terminar de colocarse sus botas.
—¿También ustedes piensan igual?
—Lo siento, Wei WuXian, pero preferimos la vida de los niños perdidos que el de otros.
—Son tan egoístas...
—¡Mira quién habla! —Jin ZiXuan lo empuja—. ¡Él que sólo se dedicó en buscar a su hijo! ¿Te recuerdo porque no avanzamos tanto? Él egoísta eres tú.
—Todos lo somos —acepta Lan WangJi.
—Eso no es verdad, HanGuang-Jun —dice JingYi—. Hacemos esto por los niños fantasmas y para darle fin a...
—Nadie hace esto por justicia —señala Jin Ling—. ¡Buscamos venganza!
ZiZhen no le gusta las peleas, así que es el primero en alejarse sobre su espada.
—¡Púdranse todos! —dice Xue Yang.
—Ya, vámonos —A-Qing toma su brazo y le enseña la lengua a los otros antes de desaparecer por el bosque.
—Me voy. Yo ya no quiero seguir con esto Un dragón... ¡¿Un estúpido dragón imaginario?! ¡Vaya pérdida de tiempo! ¡Fue una pérdida de tiempo! —Jin ZiXuan y Jin Ling se alejan.
—¡Váyanse! No los necesitamos.
—JingYi, SiZhui, vámonos —dice Lan WangJi con seriedad.
—¿Qué? Lan Zhan...
El Alfa se retira en su espada junto con JingYi.
SiZhui es el único que se queda con Wei WuXian.
—¿Y tú qué? —pregunta Wei WuXian una vez que se sienta en la tierra mojada y observa con enfado al mar.
SiZhui se sienta a su lado. No importa si Lan WangJi lo regaña por no haberle hecho caso.
—Yo... no sé. Aún quiero ayudar a esos niños y le prometí a MianMian hacer justicia.
—¿La sirena?
—Sí.
—Te daré un buen consejo: Nunca hagas promesas que no puedas cumplir —Wei WuXian toma una piedra y la arroja.
—Senior Wei... ¿Por qué Wei ChangZe mató a Lan QingHeng-Jun?
Eso es algo que no le preguntó a BaoShan. Se le pasó y además, prefirió escucharlo de la boca de Wei WuXian.
—Fue un accidente. Mi madre... no quería matarlo. Un terrible accidente.
Le cree.
Ambos se quedan callados, solamente contemplando el mar, el cielo que dicta un nuevo día.
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Los ángeles también lloran.
RomanceUna profecía muy vieja, dicta que un niño (un Beta), hijo de los mejores cultivadores y de dos varones dará fin al clan Wen, asesinando a su líder actual y destruirá el Sello del Tigre, un amuleto que por siglos se encuentra perdido y todos lo busca...