—¡Bienvenido al Receso de las Nubes! — es lo primero que dice JingYi cuando llegan a su destino.
Lan SiZhui queda asombrado al ver el lugar. Una belleza sin igual y el olor de la tierra mojada invade su nariz. Incluso se queda con la boca abierta al ver en las piedras talladas miles de reglas.
Durante el recorrido de la ciudad, admiró los edificios enormes, la cantidad de gente caminando de un lado a otro apresurada y flores exageradamente enormes, los botes que navegaban en el enorme río y un gran mercado con colores alegres y no tristes como en Villa Mo.
—No gritar— le recuerda un discípulo de la Secta al joven JingYi.
—JingYi, dale ropa nueva a SiZhui — le pide Lan WangJi al Alfa menor.
—¿Y A-Ning? ¿Dónde lo llevaron? — pregunta SiZhui un poco nervioso.
—Descuida, sólo le harán unas preguntas sobre el burdel y otros misterios que han ocurrido en la Villa Mo.
— ¿No debería ir yo también?
—Será después de que entrevistemos a Wen Ning. Conviene hacerles preguntas por separado — le dice Lan XiChen —. JingYi, ya que el joven SiZhui se ve más cómodo contigo, muéstrale el Receso de las Nubes. Pueden también pasear por la ciudad.
—¿Y sí ese mocoso se escapa? —pregunta uno de los cultivadores.
—Tiene un localizador y tenemos la maquina que nos dice donde se encuentra — contesta Lan XiChen.
La verdad es que, lograron sacar algunas cosas del burdel que se salvaron del incendio.
—Regresen antes del toque del queda — dice Lan Zhan mientras le da unas monedas a JingYi para que se divierta con SiZhui.
A todos les parece extraño el trato hacia el niño. Aunque es lógico que el poderoso HanGuang-Jun sea piadoso y muy amable con ese joven porque le da lástima. Algunos sienten pena que con sólo quince años lo obligaran a acostarse con miles de desconocidos. Sabrán los ancestros que enfermedades tiene.
JingYi se lleva a SiZhui a caminar por el lugar, el Alfa sintió que el Beta comenzaba a sentirse algo incomodo al ser tan observado, tan señalado.
El lugar es grande, hay muchas áreas verdes y a SiZhui le parecía un desperdicio que nadie corriera por el pasto verde. Parece que los únicos que tienen esa prioridad son unas bolas esponjosas de conejitos.
— ¿Puedo?
— ¡Claro! Sólo ten cuidado, son de HanGuang-Jun.
SiZhui carga uno de los conejos, el animalito se acorruca en su pecho y ambos chicos continuan su recorrido. JingYi le muestra a su acompañante los salones, los sitios de entrenamiento de espada y la gran biblioteca.
Luego, JingYi le muestra un sótano gigante con objetos bastantes viejos. Algo parecido al sótano de la biblioteca de Villa Mo. Sólo que más limpio y sin insectos.
JingYi parlotea y se aleja, pero SiZhui se desvía del camino por culpa del conejo que se aleja de sus brazos. Al seguirlo tira por accidente una gran caja. Ahí están unas banderas negras. Ha leído sobre ellas
"Banderas de Atracción Fantasma". Las creó Wei WuXian y son peligrosas. Si se colocan junto a una persona viva atraería a todos los espíritus, fantasmas agraviados, cadáveres feroces o cualquier ser malvado dentro de un área determinada, de modo que sólo atacarían a esa persona.
— ¿SiZhui, que haces?
SiZhui carga al conejito y va donde JingYi.
—Nada.
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Los ángeles también lloran.
RomanceUna profecía muy vieja, dicta que un niño (un Beta), hijo de los mejores cultivadores y de dos varones dará fin al clan Wen, asesinando a su líder actual y destruirá el Sello del Tigre, un amuleto que por siglos se encuentra perdido y todos lo busca...