Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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Llegó el día del partido. El día en el cual todo cambiaría y es que jamás había llegado tan lejos. Quiero decir, se trata de lo que mas amo en este mundo. Lo que es el quidditch. Y por fin estoy en una final. Sin tener que estar a la sombra de nadie, o que me consideren para jugar solo porque hubo un lesionado. No, esta vez fue porque les parece que juego bien y que ayudo en el equipo. Es en este tipo de momentos donde no me quiero ir, no me quiero regresar y quiero estar aquí para toda la vida.
Me miré en el espejo que se encontraba enfrente de los vestidores y me miré con una gran sonrisa en el rostro. Era yo, usando el uniforme del equipo por milésima vez pero hoy es diferente. Abracé de mi escoba con emoción y vi que detrás mío estaba James.
Con quien no había hablado del todo bien desde esa ultima vez que acudí a huir al saber de sus sentimientos. Pero hoy cero estoy pensando en eso. Solo tengo un pensamiento en mente y es el que ganemos el partido.
- ¿estás lista? - el me pregunta y me voltee para verlo cara a cara.
- yo nací lista. - al yo decir eso, el ríe. De una manera muy tierna de hecho. - estoy demasiado emocionada que podría explotar en estos momentos.
- guarda esa energía para cuando estemos fuera en el campo.
- vamos a patearles el trasero a esos tontos de Slytherin. - le dije mientras le daba un empujón en el hombro. - ¿listo jugador estrella?
- hablando de eso... tu serás la cazadora principal. - lo miré con asombro. - digo, no te libras de mi por supuesto pero como capitán del equipo sugiero que tu seas la del manto hoy. ¿okay?
- gracias, James. - dije con emoción y le di un abrazo. - espera, pero por favor dime que lo haces porque crees que juego bien y no por...
- es porque juegas bien. - el aclara de inmediato. - te lo aseguro.
- gracias, entonces. - nos sonreímos por un momento y fue ahí donde creí que podría hablar del tema. - escucha James, yo...
- ¿listos? - llega Gwen y nos toma a ambos de los hombros. - perfecto, porque ya vamos al campo.
- basta de perder tiempo. - pasa corriendo Marlene y le da un golpe a James en la cabeza de broma pero bien que le dolió.
- ouch. - el dice y yo tan solo reí.
- vamos, Potter. - tomé de mi escoba y me subí en ella para salir de los vestidores de una vez por todas.
Salimos a jugar y el arbitro del partido liberaba la bludger, la switch dorada y por ultimo lanzando la quaffle al aire. Ni tuve tiempo de pensar cuando me elevé para atrapar de la quaffle y sucedió.
- ¡si! - escuché como James dijo a lo lejos en su escoba. El cazador del otro equipo estuvo siguiendo me, como era de esperarse. Pero estuve esquivando a los rivales y logré lanzar la quaffle. - ¡bien!
