Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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- ¿y bien? ¿qué se supone que debo ver? - lo llevé a donde se encuentra la sala de menesteres. Por lo que veo, aun no la descubrían. - una pared.
- no es una pared, tonto. En algún momento... se mostrara una puerta. - rasqué de mi nuca nerviosa porque se tardaba mucho. Pasaban varios alumnos y nos miraban.
- ¿no quieres que nos vean juntos? ¿tanta pena doy?
- no James, no. - me voltee de inmediato para verlo. - no eres tu el problema, te lo juro. Soy yo.
- ¿"no eres tu, soy yo"? - en ese momento, veo como el profesor Dumbledore va saliendo de uno de los salones. No quería que el me viera con James, así que con mas desesperación volteaba a ver a la puerta. - escucha, se que no soy el tipo mas apuesto pero...
- James, cállate. - y en el momento en el que la puerta apareció, aproveché y lo empujé para que entráramos antes de que Dumbledore pasara por aquí. La puerta se cierra detrás nuestro y los dos caemos en una cama. - no esperaba caer en algo tan cómodo.
- okay, no quieres salir conmigo pero quieres acostarte conmigo... ya veo lo que pasa aquí. Pero tranquila, no me quejo. - me quité de encima de el y voltee a ver el lugar. Era literalmente una habitación con unos sillones a un lado. - ¿qué se supone que es esto y por qué esta en el castillo?
- eres un tonto. - le dije mientras lo golpeaba con la almohada demasiadas veces.
- ¡por qué!
- esta es la sala de menesteres. Lo que uno quiere y necesita en el momento se mostrará aquí. Y créeme, no fui yo quien pensó en una cama. Yo pensé en esos sillones de allá. - dije mientras los apuntaba.
- wow, esta habitación hizo caso a mis deseos... ¡wow! - el estaba tan emocionado con el lugar que ni captaba lo molesta que estaba. - tranquila princesa, no tenemos que usarla. Solo es... es cómodo.
- quería hablar contigo, James. De algo serio. - dije mientras me cruzaba de brazos. - no para dormirnos.
- ¿crees que la cama es para dormir? - el ríe pero yo me sonrojo toda.
- basta, baja de ahí. - el pone los ojos en blanco y me hace caso. Ambos caminamos hacia el sofá y nos sentamos en el.
- dime por favor que no has venido a hacer cosas aquí con Remus, eso me haría sentir muy incomodo.
- no, nunca he estado aquí con Remus. - dije mientras ponía los ojos en blanco. Solo recuerdo como fue aquí donde Harry y Cho se besaron. Basta Ginny, deja de pensar en eso. - pero me pareció correcto porque aquí nadie podría entrar.
- increíble habitación tengo que admitir. No puedo creer que ni llevas un año aquí y ya te has descubierto algo que ni yo ni los chicos pudimos hacer. - bueno, yo no fui quien la descubrió pero... si. - pero me preocupa el que no te parezca que nos vean juntos.
