Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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Llegué a mi casa y en ese momento, se encontraba mi mamá platicando con Harry. Eso solo me decía dos cosas. La primera, que es lo obvio, el que James ya esta aquí. Y lo segundo es que, seguramente ella le esta diciendo cosas sobre mi para juntarnos como siempre ha sido su plan.
Entré tratando de evitar estar en esa conversación pero fue algo imposible, ella me vió de inmediato.
- ¡Ginny querida! ven acá. - y claro que cuando mi madre alzó la voz, James volteó a verme. El se encontraba a lo lejos platicando con Remus de hecho quien de nuevo no venía ni con Tonks ni con Teddy. Sea como sea, si fui con ellos. - estaba contándole a Harry lo bien que te va en el quidditch y que ya eres toda una profesional.
- felicidades por cierto. - Harry dice mientras me da un abrazo y al hacer eso, quedo viendo al frente a James, lo cual lo hace aun mas incomodo. - ya sea por tu cumpleaños o por lo buena jugadora que eres. - el ríe.
- gracias. - sonreí incomoda. - ¿cómo has estado?
- ustedes hablen, yo seguiré preparando la comida. - y se retira.
- de maravilla, me he estado preparando para lo de mi momento como Auror y todo eso. Pero todo tranquilo, mas que nada he salido y conocido el mundo.
- me parece increíble eso. - es verdad, de todas las personas en el mundo, me consta que Harry merece ser bastante feliz. - ¿alguna chica?
- um... algo así. - okay, me alegra saber que si hay alguien en su vida y por ello no va a hacer caso a lo que le diga mi madre. - ¿tú? ¿alguien de quien me quieras contar?
- para ser honesta, no. - dije volteando a ver a James de nuevo. - no hay nadie por el momento.
- la vida es buena sin un poco de drama.
- estoy de acuerdo con ello. - reí y vi a Gwen y a Sirius acercarse a hablar con James y Remus y quería ir. - ahora vengo.- Harry como quiera siempre esta con Ron y Hermione así que el que yo me retire no es tan grosero de mi parte. Llegué a un lado de Remus y al otro lado mío estaba James. - hola.
- gracias. - nunca nadie me había llamado así pero me gusta. - um... ¿supongo que ya puedo recibir mis memorias?
- suena tan raro todo esto. - dice Sirius. - es bastante información para un cerebro humano.
- no deja de ser su vida así que no creo que afecte mucho. - dice Remus. - pero siento que ahora estamos en bastante ojo publico ¿no crees?
- vamos solo tú y yo. - cuando dije eso, James me mira un poco disgustado. - creo que si veo a todos de golpe, sería demasiado peso emocional. Primero Remus y yo.
- de acuerdo. - James suspira hondo. - supongo que aquí te esperamos.
Ni siquiera le pregunté a mi mamá y nada y me salí de la casa. Sabía que ella no iba a notar mi desaparición ni aunque el día de hoy fuera mi festejo. Siempre anda más al pendiente de que si Ron estaba bien o Bill. Que se yo, alguien más. Entonces no creo que se altere si no me ve por unos minutos. Pero el camino al centro del bosque es algo curioso. Ni Remus ni yo decíamos algo al respecto, ni siquiera nos volteábamos a ver. Tan solo caminar y cada quien ver sus pies. Pero fue ahí donde decidí romper el hielo.
