𝐂𝐀𝐑𝐃𝐈𝐆𝐀𝐍 | JAMES POTTER

28. T e Q u i e r o

Todo el camino estuvimos en silencio y es que... no estaba enojada con James. Quiero decir, no del todo. No realmente. Pero si hubiera esperado una mejor reacción de su parte. Que al menos me defendiera o me hiciera sentir a gusto ahí. Estoy segura de que el no hubiera disfrutado tener que ir a pasar la tarde con Neville, Luna y los demás y oh si, yo estar todo el tiempo con Dean.

Por un momento lo había olvidado... pero bueno, me queda mas que claro que el a mi igual y por eso nadie ha notado el que no estoy, así que ¿qué mas da?

Llegamos a casa de James y para el momento, claro estaba que sus padres estaban dormidos. Eran las doce y media de la noche y todo estaba en silencio y a oscuras. James no estaba molesto, pero sabía bien lo incómodo que sería empezar la conversación así que no dijo nada. Al menos no sobre el tema.

- ¿quieres cenar algo? - el me pregunta y yo niego con la cabeza. - de acuerdo.

Y sin decir nada mas, el empieza a subir de las escaleras. Esta no es mi casa, no es como que voy a disponer de un espacio así como si nada. Así que lo seguí. Aparte porque las casas grandes siempre me han causado miedo y no quería quedarme en la planta baja a oscuras.

- ¿estás molesto? - le pregunté mientras lo vi acercarse a su habitación y este se voltea y cruzándose de brazos, asiente con la cabeza. - pareces todo un bebé, haciendo eso. Dime que fue lo que te molestó.

- ¿yo parezco un bebé? tu eres la que no me esta diciendo que le molesta. - sabía que eventualmente, el que James y yo fuéramos iguales no nos ayudaría mucho al momento de pelear. Ambos actuaríamos inmaduros respecto al problema y muy orgullosos.

- ¿quieres que te lo diga? con gusto. No me gustó para nada que jamás me defendieras de Charlotte. Ni siquiera es como que lo necesite, puedo hacerlo sola pero ni una de las veces en las cuales ella quizo que me fuera y hasta me habló grosero, le dijiste nada. - James tapa de mi boca con sus manos.

- estas gritando.

- claro que estoy gritando, estoy molesta. - dije con dificultad por aun tener su mano sobre mi boca. El me toma de la mano y me jala hacia su habitación, para después cerrar la puerta detrás suyo. Lo miré con confusión pero me quedé en silencio.

- no quiero que mis papás se despierten. - el dice mientras se recarga en su escritorio. - ahora si, continua.

- otra cosa, eres demasiado ciego.

- ¡lo sé! ¡por eso uso anteojos, Einstein!

- no James, no me refiero a eso. - puse los ojos en blanco. - ¿realmente no te diste cuenta de que Charlotte esta terriblemente enamorada de ti?

- no lo había pensado hasta hace unos minutos. - me reí ante eso, y bastante fuerte. - ella jamás había actuado así ¿okay?

- por que nunca antes habías llevado a otra chica a una reunión de tus amigos. Claro esta que ella me odió en el momento en el que me vio.

- bien, vamos a sacar cosas que nos molestaron esta noche, bien. Sigo yo.

- te escucho. - ahora yo me sentaba en su cama para saber que es lo que tenía que decirme. - adelante.

- la única razón por la cual te animaste a decir que somos pareja, fue para demostrar tu punto y ganarle a Charlotte. - abrí la boca en busca de decir algo pero... nada salió. - no porque lo quisieras, no porque sabías lo feliz que me haría eso, sino porque quería demostrar que tu me tenías y ella no. Y esas no son mis palabras, sino tuyas.

- James, yo...

- sabes que estoy en lo cierto y por eso ya no estas gritando. - el dice ya con un tono de voz mas calmado. - escucha, no se realmente que es lo que quieras. No puedo saberlo si tu misma no lo sabes. Pero principalmente, no puedo estar en... esto que sea que tengamos si no se la razón por la cual es secreto.