— ¿Dónde están los chicos? — la mujer cerró la puerta —. ¿Cómo te sientes, querida? Nos asustaste un poco con ese desmayo.
Sonrió haciendo que la espalda de (t/n) se tensara. El corazón le latía demasiado rápido, no se atrevía a mirarla a los ojos.
— Mejor — murmuró —. Tenía mucha hambre, pero Angela me preparó un emparedado.
— ¿Te gustó?
— Sí, estaba buenísimo. ¿Usted le enseñó cómo hacerlos?
Angela apareció poco después. Su rostro encendido no suscitó comentarios de los hombres, enfocados en quitarse las prendas ensangrentadas. (t/n) le sonrió amablemente para tranquilizarla mientras la madre explicaba que los tomates debían cortarse con cuchillos para pan. Por primera vez prestaba atención real a sus captores, personas normales con las que tropezaría al comprar comida o con las que haría fila en el banco. Resultaba irónico considerando que la habían engañado, drogado y prácticamente secuestrado.
— Alex, ¿por qué tanta sangre? — preguntó Angela a uno de los chicos, quien respondió que habían peleado con otras personas. A (t/n) se le detuvo el corazón. ¿Hablaría de sus compañeros?
— Casi es hora de comer — oyó decir al padre —. Tanta pelea me dio hambre.
Caminó en busca de Matthias, que jugaba tranquilamente con un par de legos sobre una alfombra. Trataba de construir una especie de castillo, lo disfrutaba como un niño pequeño. Probablemente tanto como el antiguo dueño de las piezas. Se acercó a él, pisando algo que crujió al quebrarse.
— (t/n), ¿por qué no me ayudas a armar el castillo? — Matthias apartó algunos bloques para dejar sitio a su lado.
— Si no llevara botas eso habría sido mortal — miró hacia los lados para asegurarse de que no había gente rondando —. Oye, tenemos que irnos.
— Esta noche — la secundó como si ya lo hubiera pensado -. Si sospechan algo nos encerrarán. No podremos aguantarlo.
— Seguro nos separan para dormir.
— Ve al baño apenas los que estén contigo se duerman, haré lo mismo. Quien llegue primero espera al otro. Tu pistola está cargada, ¿cierto?
— Sí. ¿Y si la puerta está cerrada? Nosotros la abrimos, pero se supone que estábamos drogados. Tal vez la cierren esta noche. A menos que nos droguen otra vez.
— No tiene cerrojo, es por eso que nos querían drogados. Porque te diste cuenta de los ruidos que hacían — murmuró gravemente en su oído —. Sólo bebamos de lo que ellos beban. O agua de la llave si es que hay. ¿Me das ese bloque? El de tu izquierda.
— Ni siquiera lo había pensado— confesó pasándole el pedazo de plástico -. Parece que lo que me dieron hizo efecto. Haremos lo que dices. Ahora usa tu cara bonita y ve a charlar con ellos. Si te los puedes ligar, mejor.
La carcajada que soltó al decirlo sorprendió a Matthias, que le dedicó una sonrisa impresionante. ¿De dónde sacaba fuerzas para sonreír? Suspiró al verlo pararse de un salto. Supongo que tendremos que ser más listos, caviló tocando su arma. Siguió jugando con los bloques hasta que su cuello comenzó a doler.
Uno de los chicos la llamó. (t/n) lo siguió intentando recordar su nombre. No podía. Entraron a la sala de estar donde se sentó entre los padres, que le sirvieron un plato lleno de huevos cocidos, una lata con tomates en conserva y dos rebanadas de pan duro. Masticó sin ganas, pensando que habría comido mejor con Lily. Esas deliciosas tortitas de patatas...
(t/n) guardó silencio durante aquella monótona velada en tanto todos compartían teorías sobre lo que estaba pasando. Creía ser incapaz de abrir la boca para decir algo coherente, aunque era obvio para ella que los cuerpos que se levantaban no podían ser demonios o cosas por el estilo. Tampoco vivirían para siempre, ningún ser — vivo o no — era capaz de mantenerse sin recibir algo que lo sustentara. Además, algunos se degeneraban rápidamente.
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ᴅ ᴇ ᴠ ᴀ ꜱ ᴛ ᴀ ᴄ ɪ ᴏ ɴ - ʜ ᴇ ᴛ ᴀ ʟ ɪ ᴀ
FanfictionOtra historia de zombies, hetalia y reader 🧟♀️🧟♂️ Actualizaciones los miércoles ❤ ADVERTENCIAS: - Lenguaje soez (groserías más o menos fuertes) - Drama - Finales +18 (les aviso ahora que habrá acción para adultos en los finales)