A los ojos de Firulais

Capítulo 35.

Y aquí estoy yo de nuevo, con otra de mis vidas, solo que esta vez hay algo que te quiero contar antes de empezar. ¿Recuerdas que hace un tiempo me presenté como Firulais? Tal vez recuerdes mí otro nombre, Pinky, si, es mejor olvidarnos de ese, quedémonos solo con Firulais. Pues adivina qué, ya no tengo el nombre predeterminado de los perros sin hogar, tengo un nombre y un apellido porque mi humana es maravillosa.

Mi nombre es Tommy Clark y esta es la historia de mi última vida antes de llegar a ser un perro sin hogar.

Mi novena vida no es digna de una película como Ratatouille, les juro que intente cocinar como la rata Remy de la película pero eso... no resultó, por eso les digo, no cualquiera puede cocinar como te lo venden en la película. Pero mi historia va más allá de yo tratando de cocinar siendo un diminuto ratón.

Después de mi vida como cucaracha pensé que mi vida como una plaga había terminado, pero las estrellas no estaban muy contentas, yo había prometido que conseguiría un alma pura y ya iba por mi novena vida y... nada. Ellas tampoco ayudaban, ¿realmente pensaban que me iba a conseguir con mi propio Linguini?

Ser un ratón no era una tarea fácil, debía olfatear de más para no comer algo que estuviera envenenado, debía caminar con cuidado tratando de evitar los pegamentos para ratones que te mataban lentamente y por supuesto, debía cuidarme de las trampas con queso aunque yo odiara el queso, eso me ayudó un poco, pero a mi familia no.

Mi hermano murió siendo aplastado con una de esas trampas frente a mis ojos, él era tan aficionado al queso, no pude evitar que muriera, todavía me culpaba de aquello. Pero es que los humanos eran inteligentes, sabían dónde colocar de manera precisa las trampas, sabían muy bien como exterminarnos.

Me cuidé la cola mientras pude, hasta que llego Leticia, la gata de la familia.

No, los gatos y los ratones no pueden llegar a hacer amigos como en algunos capítulos de Tom y Jerry, en realidad es tal cual como los episodios de ambos dibujos animados tratando de matarse como fue mi experiencia con Leticia, solo que ella fue una gata inteligente.

Fingir ser el amigo de alguien y que luego te apuñalen por la espalda podría der una de las cosas más horribles que le puedes hacer a alguien. Leticia fingió ser mi amiga, me protegió de las trampas, el veneno y los humanos, pero cuando le conté un poco mi historia se sintió un poco celosa. Ella quería tener mi vida, ella quería ser todos los animales en el mundo, no quería ser solo un gato cazador de ratones. Ella no me quería creer cuando le dije que vivir así era un infierno. Por lo que le pidió su propio deseo a las estrellas, a cambio de la vida de un amigo.

Era algo irónico, mi misión en la vida era cuidarme de los humanos de alma negra y encontrar a un humano de alma pura, solo que ese día me di cuenta de que hay animales que nacen con almas muy feas.

Un humano no acabo con el ratón, un gato lo hizo.

Leticia por su parte no pudo conseguir lo que quería. A la vez que yo desaparecía, la gata también lo hacía solo que ella no renacería siendo otro animal, sino que seguiría siendo un gato por el resto de la eternidad, así lo establecieron las estrellas.

Me daba un poco de lástima porque Leticia seguiría siendo un gato, algo que no le gustaba para nada.

Lo demás ya lo sabes. Si, hablo de lo que paso después, mi siguiente vida era ser un perro, pero ya estas al día con esa historia, ¿no?

Pero supongo que tienes la misma pregunta que yo, ¿Qué pasará una vez que se me acabe el tiempo?

Supongo que... eso lo averiguaras dentro de poco.

3/3

Hasta aquí llegamos con el maratón de hoy :) Espero que haya sido de su agrado. Estoy muy feliz de saber que muchos de ustedes se quedaron, estoy ansiosa de que lean el final de la historia, se viene muy pronto.

Aquí leímos un poco sobre la ultima vida de Firulais (O Tommy jajajaja), ahora la pregunta es, ¿qué mas nos contará?

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