Todas las noches a las diez en punto Hueningkai se encierra en su habitación, agarra una caja de pañuelos y mira un programa de cámara en vivo presentado por el increíble BJ Soour.
El tímido Huening admira no solo el cuerpo bien definido de Soour...
Era ya lunes por la noche y Huening se encontraba de vuelta en su habitación frente a su laptop, dudando si presionar o no el botón de buscar.
‹‹¿He vuelto a ser solo uno más de sus espectadores? En la universidad tampoco puedo actuar como si nos conociéramos››
—Oh bueno... ¿Qué pensaba yo que iba a suceder? —habló en voz alta antes de darle un sorbo al jugo que recién había abierto—.
Suspiró pesadamente y dejó la lata a un costado de su mano. ‹‹Ya que nuevamente soy solo uno de sus espectadores... Supongo que no hará ningún daño si vuelvo a mirar, ¿cierto?›› Finalmente presionó el botón, y una vez que aparecieron los resultados de los BJ's más conocidos, dio clic en el primero, Soour.
—¿Huh? —susurró al entrar a la página y ver un anuncio—.
"Hiatus*: Hola a todos, éste es BJ Soour. Debido a algunos problemas personales, estaré dejando de realizar transmisiones por una semana. Estaré de vuelta el X de XX a las diez de la noche."
‹‹¡Espera! ¡¿Un hiatus?!›› entró a leer los comentarios de la publicación. ‹‹Es la primera vez que se toma uno tan largo... Me pregunto si sucedió algo...››
Mientras seguía deslizándose entre los comentarios su celular recibió una notificación y al revisarlo sus ojos se abrieron con sorpresa y no supo ni que pensar; en la pantalla se podía leer un mensaje de Soobin.
"Hey, ¿mañana vuelves a la escuela? Reunámonos en el café en el que trabajas después de clases. Te voy a regresar tu suéter."
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Beomgyu bostezó estando recargado en la barra mientras la jefa preparaba un café.
Entonces la campanilla sonó y por la puerta apareció Kai.
—Hola —dijo en un tono sereno, pero el chico contrario respondió emocionado—.
—¡Hey, Hyuka! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Es tu día libre!
—Ooohh, ¿Huening está aquí? —preguntó la dueña tras escuchar las palabras de Beom—.
—Sip, hola. Hoy me voy a reunir aquí con alguien.
—Oh, esta bien. ¿Qué vas a querer? —preguntó la mujer limpiandose las manos con un pequeño trapo—.
—Mmm... Un café moca helado, por favor.
—¡Muy bien! ¡Déjame prepararte el mejor moca helado que hayas probado! —exclamó el rubio cenizo con emoción— ¡Debería ponerle una torre de crema batida encima!
Al escuchar las palabras dichas, la jefa le dio una pequeña palmada en el hombro.
—¡Beomgyu! ¿Sabes cuánto me gasto en crema batida gracias a ti?
