Todas las noches a las diez en punto Hueningkai se encierra en su habitación, agarra una caja de pañuelos y mira un programa de cámara en vivo presentado por el increíble BJ Soour.
El tímido Huening admira no solo el cuerpo bien definido de Soour...
Hueningkai observaba su reflejo mientras recordaba lo que había pasado con Soobin en la sala del consejo estudiantil.
No podía evitar sentirse mal pensando en lo incómodo que fue para él cuándo no pudo negarse a la petición del mayor, y el temor que lo recorrió cuando escucho que intentaban abrir la puerta de la habitación. «¿Qué pasará si... las cosas siguen sucediendo así?».
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Beomgyu miró con sospecha al castaño, quien segundos atrás había suspirando sonoramente, y le dió un ruidoso sorbo a su café antes de finalmente hablar.
—Oye HK, ¿por qué has estado suspirando tanto estos días? —y para que Kai no se sintiera presionado, jadeó con fuerza antes de cambiar a un tono burlón— ¿Acaso ya no te gusta trabajar conmigo? ¿Es eso?
—No, no. Claro que no... —respondió Huening con su mirada puesta en el suelo—.
—¡Entonces anímate y sigamos trabajando! ¿Quieres que te haga un latte de mocha? Es tu favoriiito.
—No gra-gracias, estoy bien —se sintió un tanto intimidado por el repentino entusiasmo de su amigo—.
—¿Entonces te gustaría hacer conmigo el "baile de la vibras positivas de Beomgyu"?
—¿Qué es... eso?
—¡¿Cómo es posible que no conozcas este baile?! Te llena de vibras positivas instantáneamente. —sacudió sus brazos frente a su cuerpo— Te enseñaré, así que vamos. ¡Hay que hacerlo!
El castaño dejó de verlo y le dió la espalda, respondiendo con una negativa entre otro suspiro.
—¡¡¡Vamos!!! ¡Apresúrate! ¡Solo sigue mis pasos! —insistió jalando su camisa—¡Tienes que hacer esto para obtener tu energía de vuelta!
—¡Detente! ¡Vas a romper mi camisa! —renegó Huening intentando mantener el equilibrio, sin notar que su cuello quedó al descubierto y Beomgyu vio la mordida que Choi dejó en él—Jessi se molestará conmigo si ve que mi uniforme está en mal estado.
Se giró para enfrentar al más bajo aun tratando de acomodar la prenda.
—Oye HK... Esa marca en tu cuello... —sus palabras ocasionaron que Hueningkai se sobresaltara y detuviera cualquier movimiento en seco— ¿Es una mordida de perro?
—¿Huh? Oh no, es, uhm... No es nada... —pero cuando se sonrojó y desvío sus ojos se pudo escuchar nuevamente un jadeo por parte de Beomgyu—.
—¡¡Estallaste tu cereza!!* —El castaño se quedó sin palabras «¿Pudo notarlo solo por una marca de mordida?» — ¡Tú, chico sucio! ¡Felicidades HK!
Lo sacudía con emoción al tiempo que soltaba pequeñas exclamaciones de felicidad.
