WHAT A TIME || regulus black

capitulo doce

Querido Black:

Debo admitir que me sorprendió tu carta, pero me alegra que la hayas escrito. Significa mucho que te preocupes por mi bienestar y el de mi familia. Estamos tan bien como se puede estar, de hecho, y mi madre se la ha pasado saltando de pasatiempo en pasatiempo para mantener su cabeza ocupada. Incluso se unió a un club de baile de señoras así que ha hecho muchas amigas nuevas. Me alegro por ella, sin Lily y yo en casa necesita tanto apoyo como sea posible, no es que mi otra hermana este dispuesta a hacer mas que quejarse realmente.
Pero en realidad no estamos pasando el verano en Sutton. Lily, Petunia y yo hemos venido a Shaftesbury  y nos estamos quedando en casa de nuestro bisabuelo al que no vemos hace muchos años. Realmente no se porque estamos haciendo esto, aparentemente mi padre dejo sus llaves de la casa para mi y Rosalie, mi abuela, creyó que era una buena idea que venga durante las vacaciones. Así que aquí estaré hasta agosto, pero envíame los detalles del cumpleaños de Leonie y hare lo posible para asistir.
Me gustaría saber sobre ti así que escríbeme respecto a como están tus vacaciones y tu familia. Se que puede ser algo difícil a veces, o eso dice Sirius, así que si quieres desahogarte, siéntete libre de hacerlo. Y tal vez, si tienes un par de días libres, podrías venir a Shaftesbury, es un pueblo encantador y estoy segura de que te agradaría. 
Tu trata de no extrañarme mucho. 

D.E

Durante todo junio y julio, las cartas entre Daisy y Regulus se habían vuelto algo habitual, al punto en el que Lynx ya no necesitaba indicaciones a la hora en la que su dueña le entregaba una carta a llevar. Ambos muchachos encontraban esa comunicación extrañamente reconfortante y habían logrado conocerse muchísimo mas que en nueve meses de clases y verse cada día.  

Grimmauld Place estaba muchísimo mas oscura de lo usual. Walburga y Orion se la pasaban todo el día afuera y cuando volvían, no le dirigían la palabra a su hijo. Si bien Regulus estaba bastante conforme con no tener que pasar tiempo con ellos, una parte de el estaba realmente preocupado. Temía que todo ese secretismo se debiera a la organización de la noche en la que el finalmente recibiera la marca oscura. 

Su cabeza se encontraba mas confundida que nunca, toda su vida había creído que ese seria el mayor honor posible, soñaba con que llegara el día en el que podría ofrecerse al cien por ciento para ayudar al Señor Oscuro a cumplir su noble objetivo. Pero ya no estaba tan seguro. Especialmente desde que había empezado a conocer a Daisy a fondo, la gryffindor era extremadamente inteligente y divertida y siempre disfrutaba de hablar con ella, ¿Cómo podía creer en algún momento que ella era inferior a el?

 —Reg—llamo Leonie, entrando a su habitación sin tocar como de costumbre. Era un viernes a la tarde y, como siempre, se encontraba solo con la única compañía del elfo domestico de la familia, su único amigo en esa casa, Kreacher.

—¿Qué haces aquí?—frunció el seño, quitando sus ojos del libro que estaba leyendo para observar el rostro de su amiga y ponerse de pie rápidamente—¿Estas bien Leo?

Leonie tenia círculos negros bajo sus ojos y estos mismos de color rojo indicando que había pasado horas llorando y que probablemente no había dormido por esa misma razón. Pero lo mas sorprendente eran las manchas de sangre seca en su ropa y los cortes en su cara, parecia recién llegada de la peor de las batallas y Regulus no tardo nada en correr hacia ella, alcanzado a sostenerla justo antes de que esta cayera en sus brazos, sin poder soportarse a si misma ya. 

—¿Qué ocurrió? Leonie—golpeo sus mejillas suavemente en un intento de mantenerla despierta, mientras ella cerraba sus ojos de a poco—No, no te duermas...Leonie—siguió insistiendo.

—Reg...—dijo en un susurro para romper en el llanto mas desgarrador que había escuchado alguna vez.

Leonie Lestrange era el perfecto ejemplo de una princesa sangre pura, siempre estaba compuesta y pulcra y jamás la verías expresar alguna clase de emoción fuera de su circulo mas intimo, mucho menos una emoción que la pusiera en una posición vulnerable. Ella era la clase que, cuando niña, no corría junto a los otros niños porque eso no era propio y en el caso de que lo hiciera, y si llegaba a caerse, no soltaba ni una pequeña lagrima. Leonie era fuerte y que ahora se encuentre en ese estado hacia que Regulus no pudiera respirar tranquilamente.