capitulo veinticuatro

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—¿Reg?

La noche había caído en Hogwarts y la torre de astronomía siempre seria el mejor lugar para observarla. Su altura permitía apreciar hasta la ultima de las estrellas en el cielo y el ultimo de los arboles en el terreno del colegio, y con el viento en tu rostro era casi posible creer que en ese momento eras dueño del mundo y nada jamás podria vencerte.

Regulus añoraba esa sensación y venia en busca de ella todas las noches. Adoraba sentir que ese era su lugar en el mundo, que estaba tan alto que seria imposible tocarlo, que seria imposible dañarlo. Y cuando Daisy subía a acompañarlo y estaba a su lado, aquella melancolía se convertía en felicidad pura y se sentía la persona mas feliz del mundo. Se sentía mas feliz que en toda su vida.

Porque Regulus no había tenido una vida muy feliz creciendo como miembro de la familia Black. Sus padres eran abusivos y Sirius pasaba tanto tiempo huyendo de ello que accidentalmente lo había dejado atrás tambien. Regulus se sentía demasiado solo en ese mundo.

—¿Reg? ¿Estas bien?

Pero solo en ese momento... 

—Evans—giro sobre si mismo para verla de pie en la entrada de la torre, no llevaba su uniforme ni maquillaje. Estaba preciosa, era sin dudas lo mas hermoso y puro que sus ojos habían visto.   

—¿Me esperabas, Black?—pregunto con una sonrisa burlona en su cara, cruzándose de brazos y dejándose caer sobre el umbral de la puerta.

—Desde siempre... 

Daisy no podía decir que había tenido una mala vida, no, eso seria demasiado egoísta. Sus padres la amaron mucho y sus hermanas siempre estaban alli, incluso Petunia estaba presente en su extraña forma de ser. Pero no podía evitar sentirse perdida de vez en cuando, como si hubiera crecido sin una dirección y ahora estuviera demasiado profundo en el bosque como para encontrar el claro.

Pero Regulus era una constante sensación de aire fresco y luz penetrante en una pequeña zona segura. Regulus era el claro y cada momento a su lado era un momento alejada de todo peligro. A su lado nada podía herirla, no importa que tan equivocada este al respecto, ella podria irse a la tumba jurando que el slytherin prefería morir antes que permitir que alguien la lastime.

Era la magia del primer amor, alli en ese mismo instante, sus ojos chocando como si el otro fuera la octava maravilla del mundo. Sus corazones rogando que guarden la viva imagen de sus rostros en lo mas profundo de sus mentes, rogando que jamás la olviden, que jamás la dejen ir. Regulus siempre había creído que era algo demasiado cursi y estúpido ese viejo dicho de Dumbledore acerca de como el amor era la magia mas poderosa del mundo.

Pero en ese momento...

Alli mismo, con el rostro de su Daisy en sus manos y sus ojos azules conectados a los suyos grises, el podria saltar de la torre de astronomía y volar, volar tan lejos que nadie jamás lo encontraría. Pero Daisy iría con el. 

Ni siquiera tenia que pedírselo, el sabia que ella lo seguiría hasta el fin del mundo. Esa es la magia del primer amor realmente, es tan apasionado y nuevo que no hay nada que no harías con tal de vivir en el alto constante que los besos de la otra persona te proporcionaban. No importaba que tan dura fuera la caída, siempre querrías volver a subir.

—Te he extrañado mucho—susurro Daisy. 

—Lamento que no hayamos podido vernos—contesto el slytherin de la misma manera, sin levantar su voz. Aquella conversación un secreto entre ambos—Todo ha sido muy...difícil. 

—Si...para mi tambien—admitió—puedo ver que algo te preocupa...¿quieres decirme que ocurre?

Regulus pensó en contarle la verdad, realmente lo hizo. Decirle todo acerca de como su familia lo obligaría a recibir la marca tenebrosa en dos semanas durante las vacaciones de navidad y el seguramente tendría que alejarse completamente de ella para mantenerla a salvo. Que Anabella Greengrass estaba haciendo todo lo posible para casarse con el al salir de Hogwarts y como, si no la aceptaba a ella, sus padres tarde o temprano lo obligarían a desposar a una apropiada joven sangre pura. Quiso decirle como ellos dos venían de mundos tan distintos que nunca podrían tener una oportunidad real una vez que abandonaran los seguros muros de su colegio. 

WHAT A TIME || regulus blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora