《《Capítulo 20》》

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Maisie había dejado de escuchar a Creed, solo podía pensar en Duncan, en que ahora estaba a merced de los ingleses

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Maisie había dejado de escuchar a Creed, solo podía pensar en Duncan, en que ahora estaba a merced de los ingleses.

—¿Pero qué pasó exactamente? — preguntó Douglas, porque Maisie era incapaz de hablar en ese instante.

—Habíamos recibido el mensaje de que Donell y Drostan habían sido secuestrados mientras cumplían una misión, teníamos la ubicación exacta de dónde estarían los ingleses que los llevarían a su fortaleza, pero fuimos engañados, justo cuando Duncan y los otros hombres llegaron al lugar acordado, fueron emboscados, yo no pude llegar a tiempo, uno de los hombres que dejaron tirado pensando que estaba muerto lo contó todo — respondió Creed.

—No puedo creerlo… Duncan… él está…

—¡No! Maisie, nosotros iremos por ellos, te aseguro que Duncan volverá.

—¿Lo prometes Creed? Si a Duncan le pasa algo… yo… yo — no pudo terminar de hablar porque las lágrimas ahogaron sus palabras, no pudo evitar llorar pensando en Duncan.

Ya habían pasado unas semanas y no se tenían noticias de Duncan, ni de los hombres que estaban con él, también estaba preocupada por Drostan, él se había convertido en un gran amigo, y por Donell, el primo de Duncan. En ese tiempo Maisie no había dejado de rezar, ella, que no era una mujer religiosa, asistía diariamente a la capilla del pueblo y rezaba por la vida de su esposo y sus amigos, rezaba por  todos los hombres a merced de los ingleses. Ella misma no había ido por él, por su hija Beth, sabía que no podía dejarla sola, era muy pequeña todavía.

Pero estaba devastada, casi no dormía pensando en Duncan, en sí estaba bien, o si… aún estaba vivo.

Fortaleza Golden, Berwick.

—Oye Duncan, vamos amigo, despierta — Drostan intentaba hacer que Duncan abriera los ojos —. ¿Él estará bien?

—No lo sé, debemos esperar a que despierte — respondió la mujer que lo había estado cuidando las últimas semanas —. Duncan, ¿me escuchas? Debes abrir los ojos.

Duncan escuchó una melodiosa voz que lo impulsó a abrir los ojos poco a poco, y vio frente a él a la mujer más bella que haya visto nunca.

—¡Oh amigo! Al fin despertaste, estábamos muy preocupados por ti — dijo Drostan haciendo que Duncan dejara de mirar a la mujer para prestarle atención a su amigo, y poder mirar donde estaban, entonces frunció el ceño.

—¿Dónde estamos? — fue lo primero que preguntó, y todos los hombres incluido Drostan, se miraron entre sí.

—¿No recuerdas lo que pasó? — él negó.

—Lo último que recuerdo es habernos embriagado tanto y luego irnos a dormir. Donell nunca pasó un cumpleaños tan divertido como este.

—¡Joder! — Drostan miró a la mujer y luego la llevó un poco lejos de Duncan — ¿Es normal que no recuerde lo que ha pasado en tres años y medio después de dormir por tres semanas?

El roce de tu piel (Highland I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora