《《Capítulo 26》》

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Ver nuevamente al inglés frente, ella era algo que no esperaba, y más en una celebración como en la que estaban, ¿acaso el rey los había invitado? Maisie miró al capitán Stone y frunció el ceño, él no parecía nada sorprendido de verla ahí, muy al ...

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Ver nuevamente al inglés frente, ella era algo que no esperaba, y más en una celebración como en la que estaban, ¿acaso el rey los había invitado? Maisie miró al capitán Stone y frunció el ceño, él no parecía nada sorprendido de verla ahí, muy al contrario, estaba sonriendo muy complacido, como si hubiese estado esperando ese encuentro entre ellos.

-¿Qué hace aquí capitán? - preguntó ella seriamente.

-Fuimos invitados por el mismísimo rey de Escocia - respondió él como si nada, como si estar rodeados de escoceses rencorosos contra ellos fuera algo normal para él -. No sé si ha escuchado la tregua que mi padre y el rey Roberto quieren hacer para terminar la guerra.

-Sí, lo he escuchado por largas horas y... - Maisie frunció el ceño al percatarse de algo -... Espera, ¿dijiste... padre? ¿Acaso eres hijo del rey Eduardo de Inglaterra?

Brad sonrió pícaramente.

-Exactamente, mi bella escocesa, soy Eduardo Brad Stone. Pero realmente me gusta que me llamen Brad o capitán Stone - respondió Brad.

Maisie estaba casi con la boca abierta, literalmente, estaba hablando con el futuro rey de Inglaterra, había visto desnudo, como Dios lo había traído al mundo, al príncipe de Inglaterra, y cabe mencionar que el inglés no le es indiferente, pero nada comparado a lo que sentía por su guerrero escocés.

-Vaya, lo tenía muy escondido "su majestad" - ironizó Maisie y Brad no pudo detener su linda sonrisa.

Realmente era hermoso el condenado inglés.

-No es necesaria tanta formalidad, Maisie, ¿puedo llamarte así, no? - ella negó rápidamente.

-Lo mejor es mantener las formalidades, soy una mujer casada, capitán.

-Eso lo tengo claro, Maisie - planteó él y ella rodó los ojos -, de hecho, quien me interesa eres tú, no tu esposo.

Maisie lo miró incrédula ante sus palabras, claramente era una invitación a ser algo más que conocidos.

-Ten un poco de respeto - aseveró Maisie algo cabreada -, créeme que si no estuviéramos en medio del salón del castillo del rey, te hubiera dado tu merecido por bruto, y de ante mano te digo, que me importa un carajo que seas el príncipe de Inglaterra.

Dijo Maisie para darle la espalda y alejarse de él, pero antes de que ella se alejara, él la tomó por el brazo deteniéndola, ella lo miró con fuego en los ojos.

-¡Suéltame! - susurró duramente tratando de que nadie se percatara de lo que estaba sucediendo entre ellos.

-Sabes, acepté venir a esta estúpida celebración, no tanto por la maldita paz, más bien porque quería verte - aquella confección hizo que Maisie frunciera sin más el ceño -, estaba seguro de que asistirías. Quería verte una vez más.

El roce de tu piel (Highland I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora