《Epílogo》

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La celebración se extendió por todo el clan, los gritos retumbaban por el gran salón, la música, el whisky y, los aldeanos se acercaban al castillo para felicitar a Duncan y a Maisie, por la buena noticia

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La celebración se extendió por todo el clan, los gritos retumbaban por el gran salón, la música, el whisky y, los aldeanos se acercaban al castillo para felicitar a Duncan y a Maisie, por la buena noticia. Se decretaron tres días de fiesta en el clan, y no era para menos.

Maisie le había dado la noticia a Duncan de que estaba embrazada nuevamente, Duncan no cabía en sí mismo de la alegría, tendría otro hijo con la mujer que amaba.

Todo el clan celebraba a lo grande y compartía la felicidad de su Laird.

—Estoy orgulloso de ti, hijo — dijo Douglas a su hijo —, cuando regresaste hace algunos meses, sin recordar a Maisie y a tu hija, pensé que la perderías, Maisie es una mujer independiente, no depende de un hombre para vivir, más bien un hombre depende de ella para vivir.

—Y tienes razón, papá, dependo completamente de ella para poder vivir. Maisie se convirtió en mi universo, mi hija y ahora el que viene en camino, el clan, todos son mi familia, y por ellos haría cualquier cosa.

—Deberías decirle la verdad — dijo Douglas y Duncan sonrió.

—Lo sé, pero quiero sorprenderla.

—Y lo harás, solo que temo su reacción.

—Hasta yo, son dos posibles opciones, lo primero puede ser que me llene de besos y me dé la mejor noche de mi vida, o que me mate a palos y me deje dormir con los caballos.

Douglas no pudo evitar reír, y Duncan tenía razón, las emociones de Maisie desde hace unos días estaban muy sensibles, no se sabía cómo reaccionaría ante algo o alguien.

—¿Le has dicho lo de Edzel? — preguntó su padre y él asintió.

—Desde que supe que había muerto a manos de los ingleses, no podía ocultarle eso, y siendo sincero, quería matarlo con mis propias manos, por su causa rechacé a mi mujer y la traté como a una cualquiera, otras de mis acciones que agrego a la lista de cosas estúpidas que le he hecho a Maisie.

—No debes culpable por eso, Duncan. No recordabas nada y él se aprovechó de eso. Creo que su destino al final era morir, lo que no entiendo es como llegó a manos de los ingleses.

—Yo tampoco lo entiendo, y para ser sincero no me importa tampoco.

Después de hablar con su padre, Duncan se acercó a su esposa que bailaba alegremente junto a su hermana. Valoree aún no se había ido al clan McAllen, su padre le había dado un poco más de tiempo antes de acceder al matrimonio.

—Deberías descansar un poco, estás embarazada — dijo Duncan llegando a ella e inmovilizándola en sus brazos,

—Duncan, solo estoy embarazada, no enferma.

—Lo sé, pero quiero que tengas algo de fuerza para mí esta noche — dijo Duncan pícaramente y Maisie no pudo evitar reír.

—¡Eres un insaciable!

El roce de tu piel (Highland I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora