⚠️Contenido +17 Intento de eventos paranormales xd
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una tarde lluviosa había tomado por sorpresa a dos enamorados. Bueno, en realidad el mitad-mitad le había dicho a su uke que era probable que lloviera, sin embargo, Bakugou lo tomó por tonto y determinó que no era necesario un paraguas para su excursión.
Así que ahora ambos chicos se encontraban dentro de una vieja estructura, ahora totalmente abandonada en medio de una montaña.
- Esto es una mierda.- gruñó el cenizo, teniendo el ceño sumamente fruncido mientras temblaba ligeramente debido a estar mojado y hacer frío.
- Deberíamos hacer una fogata para estar más cómodos y secar nuestra ropa. - comentó el bicolor mientras se quitaba su chamarra, la cual estaba totalmente empapada. Pero aún usando dicha prenda, su playera blanca no se había salvado de estar mojada, por lo que esta prenda se pegaba al cuerpo del mayor, dejando ver su tan bien formado cuerpo. Y claramente, Katsuki lo pareció con atención durante unos segundos, para después voltearse rápidamente antes de que su novio lo notara.
- Tsk...- chasqueó la lengua el cenizo, algo sonrojado por lo que había visto.
- Quítatela.- fue lo que expreso el medio albino, logrando sorprender al ojirubí para que este después lo mirara con rabia. Y justo cuando Bakugou iba a comenzar a gritarle a su pareja, tachándolo de pervertido, Shoto volvió a hablar. - Dame tu sudadera, no quiero que te resfríes. - aclaró el mayor.
Katsuki no dijo nada más, simplemente giro su rostro, apenado por malpensar las cosas, y después le pasó su prenda al mayor. El mayor simplemente extendió ambas chaquetas en una vieja mesa de madera que se encontraba ahí.
Después, ambos chicos comenzaron a recolectar madera para su fogata, utilizando diversos muebles que había en el lugar. Y bueno, rápidamente lograron encender la madera gracias al kosei del chico mitad mitad. De hecho, este también ya se encontraba seco gracias a su don.
- Kats, ven aquí. Déjame calentarle, aún estás mojado. - comentó el heterocromático, extendido sus brazos en señal de que el menor se acercará a él para abrazarlo.
- No necesito tu ayuda, imbécil. - gruñó el orgulloso chico explosivo. A pesar de dichas palabras, el bicolor se acercó a su amado para poder rodearlo con su brazos. Un agradable calor invadió al cenizo, y casi se entraba por completo a la sensación... - Tsk aléjate, carajo. - gruñó el menor mientras se levantaba, tapando su sonrojo con una de sus manos.
- Kats... - susurró el medio albino, volviendo a acercar al chico explosivo. - Lo digo en serio, déjame abrazarte. - hablo seriamente, acorralando lentamente al ojirubí.
- ¡Te dije que no necesito tu ayuda! ¡Mm! - el cenizo gimió levemente al sentir el cálido aliento del bicolor en su cuello.
- Te has vuelto muy sensible, Kats. - le susurro en el oído, para después morderlo ligeramente, pasando a besarlo, logrando más gemidos reprimidos por el menor.