El amor nos atrapa desprevenidos. No estamos cuerdos ni listos como para prepararnos para el encuentro. Sólo llega. De la misma manera en que llegó Babi a reencontrarse con Harry.
No hubo un tiempo indicado, ni tampoco un lugar, sólo sucedió.
Y allí estaban. Mirándose.
Los ojos son el portal del alma, con nuestros ojos podemos demostrar nuestras emociones sin decirlas. Nuestros ojos son los únicos que muestran nuestra verdad. Las palabras mienten, los pensamientos mienten, nuestras emociones y sentimientos mienten. Nuestro ojos. Aquéllos resplandores del alma que nos exponen a la verguenza de que otros conozcan nuestro ser. Nuestra verdad.
¿Porqué será que Babi quedó perpleja ante aquél desconocido?
No sólo por el hecho de que su hermosura era inigualable, su pelo, sus ojos, sus carnosos labios, su enorme cuerpo, todo en el era hermoso. Pero algo más tenía. Lo que sea que tuviese, atraía con mucha intensidad a Babi.
Los ojos de Harry se llenaron de lágrimas, sus perfectos ojos se tornaron de un color rojizo. Y en ese momento, sin decir una palabra, sin mencionar absolutamente nada, sin moverse, sin pestañar, sin abrir su boca ni mover sus labios, de sus ojos, cayó una gota color agua.
Sus lágrimas lo delataron.
-Lo lamento, crucé mal la calle, fue mi culpa- le dijo ella.
Él no respondía, sólo la miraba. ¿Porque estaba llorando? ¿Qué le pasaba? Eran las preguntas que Babi se formuló.
-¿Está todo bien?- le preguntó indecorosamente ella.
-Baabii...- se escuchó apenas como un susurro por parte de el.
-¿Nos conocemos?- le preguntó.
Una bocina apuraba a Harry para que se moviera de en medio de la calle. El no se movía.
-"¡Oye amigo muevetee!"- le dijo el enojado conductor.
Harry reaccionó, miró con rabia al conductor y luego estacionó su moto sobre la calzada.
-¿Nos conocemos?- le volvió a preguntar Babi.
-¿De verdad no te acuerdas de mí?-
-Emm...lo lamento, pero...no.-
La respuesta negativa de Babi produjo un inmenso dolor en su interior, otra lágrima cayó sobre los ojos de Harry, miró al cielo, cerró los ojos, y luego volvió a verla. Se la veía confundida y sorprendida.
-¿Porque lloras? ¿Hice algo malo?- le preguntó inocentemente.
-No no, tú no hicistes nada...- fue la débil respuesta de el.
-Entonces... ¿Porque lloras?-
-Cosas mías.... ¿Tú como has estado? ¿Cuándo salistes del hospital?- le preguntó.
"Cosas mías" ¿Porqué habrá dicho eso? ¿Porqué no le dijo la verdad?
-Emm... salí hace unas semanas, si si gracias por preguntar, estoy bien, mejor que antes. Un poco aislada, porque... no recuerdo nada de lo que me pasó anteriormente, pero, estoy tratando de llevarlo con calma...-
Mientras que Babi hablaba, Harry sólo la escuchaba y se secaba las lágrimas de dolor que lo pusieron al descubierto.
-... otra vez, gracias por preguntar... ¿Cómo te llamas por cierto?- le preguntó ella.
-Harry-
Al escuchar el nombre del chico entendió el porqué del llanto.
Con sólo saber su nombre entendió todo.