Pasaron la noche juntos.
A la mañana siguiente, Babi tuvo que ir a trabajar.
-Vamos mi amor, despierta...- le besó la mejilla.
Harry se encontraba profundamente dormido, ella no quiso despertarlo por lo que se cambió y le dejó una nota en la mesada de la cocina.
"Me tuve que ir a trabajar, te encontrabas profundamente dormido por lo que no quise despertarte. Después te llamo. Te amo bebé ♥" le dibujó un corazon al final.
Harry al despertar solo, se asustó un poco. No sabía porque estaba solo o donde había ido Babi. Al bajar vió la nota y se tranquilizó. Se cambió y se fue al gimnasio.
Al llegar, Flor estaba esperándolo.
-Tarde Harry- le dijo.
-Si lo sé, perdón Flor- la abrazó y entraron al gimnasio.
El día transcurrió sin nada sorprendente. Luego del gimnasio, Harry fue en busca de Babi. Le compró unas hermosas flores.
Babi al verlo quedó estupefacta, fue corriendo hacia el y lo besó apasionadamente. Luego se fueron al apartamento. Alquilaron una película y disfrutaron de la noche.
Y se divirtieron en la habitación con su desenfrenado amor.
El sol entraba por la ventana iluminando los rostros de ambos. Se despertaron con aquella luz. Era sábado, y como ninguno tenía asuntos pendientes, salieron a pasear.
Fueron a una feria artesanal, pasaron el día entero caminando y disfrutando de aquella enorme feria. Vendían de todo tipo. Había juegos para niños, comida de diferentes países.
Ambos decidieron comer tacos rellenos. El picante les ardió durante un rato, pero luego se acostumbraron.
Mientras caminaban vieron un puesto de tatuajes, donde se tatuaban nombres, caras, firmas, se hacía de todo. Y tambien se podía elegir entre tatuaje temporal o permanente.
-Hagamosnos un tatuaje temporal. - le dijo Babi emocionada.
-Bueno- dijo Harry.
Allí cada uno se tatuó el nombre del otro. En el hombro cada uno llevaba un nombre.
" Harry "
" Babi "
Luego se tomaron una foto del tatuaje, ambos juntos. Era ya de noche, y se encontraban tirados en el pasto, mirando las estrella que iluminaban el cielo. Dibujaban formas con ellas. Parecían dos niños enamorados.
Con las estrellas como testigo, se hicieron una promesa.
-Harry. Si es que alguna vez nos encontramos separados, por motivo alguno o por algún problema, siempre mira la luna, y allí estaré. Aguardando tu espera. Recuérdame tal cual soy. Y nunca te olvides de lo que vivimos.- le dijo Babi.
-¿Es una despedida?- le preguntó Harry.
-¡No! ¡No! bobo. Claro que no. Yo quiero pasar el resto de mis días contigo-
Luego se besaron y se fueron al apartamento. Antes de dormir, Babi agarró un albúm, el mismo albúm del otro día. Y se lo entregó a Harry.
-Míralo. Lo hice para ti.- le dijo.
Al abrir el albúm, vió muchas fotos de ella con varios amigos. Había una foto de ella con Leo, tomada en la confitería. Luego tocando el piano, y varias fotos más. Ninguna con Nate.
Al llegar a las últimas fotos, estaba con el. Una de las fotos fue la que más emocionó a Harry. Era ella y el, besándose con toda la crema en la cara.