Capítulo 6:

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Luego de la partida de Harry, todo el día transcurrió con normalidad.

Terminó su turno en el hospital, y se dirigió a la universidad. Era su último mes. Ya se graduaba. Estaba contenta.

Ya eran las 19 horas. Recien salía de la universidad. Se subió al colectivo y se encaminó derecho a su hogar. Le dolía mucho la espalda. Debió ser por una mala postura.

Durante todo el día no supo absolutamente nada de su amado novio. No recibió mensajes de él...
¡Claro que no recibió mensajes de él, ni siquiera había revisado su celular!
Apurada, sacó su celular del bolsillo.
"13 mensajes nuevos"
"3 llamadas perdidas"

-¡Qué idiota soy!- su gritó asustó a la señora que se encontraba a su lado.
Todos los mensajes de la casilla tenían las mismas palabras:
"¿Donde estas?¿Estas enojada?¿Porqué no respondes los mensajes? ¿Hice algo? ¡Babi contestame!"

Eran absolutamente iguales, y todos tenían el mismo emisor. Nate

Babi se sentía furiosa y triste. ¿Porqué Harry  tuvo que "robarle" el celular? ¿Para qué quería saber más sobre ella?¿Porqué tuvo que hacerlo?

No sabía que otra cosa hacer, por lo que llamó a Nate.
-Por favor, contestame...-

-Hola- esa hermosa voz que Babi tanto amaba.
-Nate, mi amor, perdón por no contestarte, es que...-no podía decirle sobre Harry- se me apagó el celular...-

Mentira. Eso fue una mentira.

-¡Mi amor! Hace dos días nose absolutamente nada de vos. Pensé que estabas enojada conmigo,¿lo estás?-

-¡No!¡No! bobo. No estoy enojada. Te extrañé mucho ¿Te vas a quedar a dormir hoy? Conmigo-
-¿Qué? no te escucho-
-¿Donde estás?- la voz de Babi parecía extrañada.

Se bajó del colectivo.

-En una reunión con la disquera. Estamos haciendo una nueva canción.¿Qué me dijistes amor?-
-No...nada...quiero escuchar la canción- una tristeza invadió el cuerpo de Babi.
-Por supuesto hermosa, nos vemos mañana. Te amo- su voz parecía feliz
-Te amo- en cambio, la voz de Babi demostraba tristeza, pero el no lo notó.

"Te amo"

Dos palabras. Cinco letras.


Aquéllas palabras tan hermosas, tan dulces, que despiertan un sentimiento divino, que alegran el alma y relajan la mente, que hacen aspirar a más.
Esas palabras sólo deben ser pronunciadas si sólo se siente amor. Si son pronunciadas sin amor. No son nada.
No sólo no significan nada. Sino que provocan en la persona un desconcierto. Un dolor en el pecho. Como un cuchillo penetrando con lentitud y dolor sobre el corazón. Sobre ese pequeño órgano. Conocido como un órgano frágil.
Se lo debe cuidar con amor y cariño. El corazón es el motor de la vida. Cuando ese motor se apaga, la vida también. Ese órgano, tan pequeño, tan frágil, esconde una cantidad infinita de emociones y sentimientos que, a medida que pasa el tiempo, las vamos descubriendo de diferentes maneras.
El amor es un parque de diversiones, una vez que crecemos olvidamos eso.

Babi estaba devastada. Dolida. Nunca se había sentido tan sola.

Llegó a su apartamento. Comió. Se bañó. Y directamente se recostó sobre la cama. Al cabo de 15 minutos se encontró profundamente dormida.

Eran las 2.30 de la madrugada. Babi no podía dormir. Se levantó y se dirigió a la cocina, se sirvió un vaso de agua y prendió la tele. Debía de haber algo interesante en la televisión.
Al parecer la televisión a esas horas era como una caja vacía. No había absolutamente nada interesante.

El pronóstico que avisaba sobre unos fuertes vientos que corrían del oeste al este.

Una peliculas para mayores de 18 años.

Y llegó al canal de música...bueno, la música no era buena, pero era lo único para ver, por lo tanto dejó el control remoto en la mesita, y observó los videoclips.

Había tantos vídeos que no tenían relación alguna con la letra de la canción. Otros que eran aburridos. Otros graciosos, y otros, un poco decepcionantes.
Cada vídeo tenía su esencia. Era único.

Cogió de nuevo el control remoto y cambio de canal, esta vez hacia los dibujos animados.

Babi aún llevaba su niña interior, se divertía viendos aquéllos dibujos de su infancia. Aunque hayan cambiado con el tiempo.

Eran las 3.10 y aún seguía despierta, mirando los dibujos. Estaba tan detenidamente concentrada en los dibujos, hasta que un sonido la paralizó.

Los sonidos provenían de su habitación. No. De afuera de su habitación. Como una persona tratando de subir hasta balcón.


Un árbol pegado al balcón daba la posibilidad de que cualquier persona trepara por sus ramas y llegará a su balcón. Eso siempre, desde que se mudó, la tuvo un tanto inquietante. Cualquier persona podría subir y entrar a su departamento.
Los ruidos seguían, las ramas rompiendose, las hojas crujiendo, hasta...que llegó. El ruido cesó.

Silencio.

Un silencio recorrió el departamento. Ese típico silencio de funeral.

El miedo se apoderó de Babi. No sabía que hacer. Estaba aterrada. Desde que se mudó nunca nadie se atrevió a subir por ese árbol.

-Toc,toc...- fue lo que se escuchó en el vidrio de la ventana del balcón.

Si fuera un ladrón no tenía porqué tocar la ventana. ¿Quién podría ser a estas horas de la madrugada? ¿Será una broma? Sería una muy mala broma.

Babi se encaminó a su habitación, abrió la puerta. Cuando su mirada encontró la ventana, vió un cuerpo alto y musculoso, estaba de espaldas. Tenía una chaqueta familiar y un vídeo en su mano.

Ella se acercó a la ventana y la abrió. Apenas abrió un frío entró por la habitación. El pronóstico había avisado sobre la corriente de vientos. El muchacho giró y la vió. Era Harry.

-¡Al fin abristes! Me estaba congelando- dijo él mientras entraba a la habitación.
-¿Qué...?¿Cómo...?¿Qué ha...ces aquí?- Babi estaba sorprendida. ¿Cómo se le ocurrió venir a estas altas horas de la madrugada, subir por el árbol y penetrarse en su departamento?
-Te dije que nos ibamos a volver a ver-
-Sí, lo se...pero ¿a esta hora, y en mi balcón? no tendrías que estar durmiendo-le dijo Babi.
-Lo mismo digo. ¿Qué haces despierta? Pensé que te encontraría dormida-
-No podía dormir, ¿Qué es eso?-preguntó ella, señalando su mano.
-Ahh... es una película, quería que la veamos.-
-¿Ahora?- preguntó
-No boba, ahora no. Mañana o cualquier otro día- le entregó la película. Era una de zombies. Muertos vivientes que vuelven del inframundo para comer los cerebros de los vivos. Son películas llenas de sangre y cerebros por todos lados.
-Así que...-Harry la miraba, ella estaba en pijamas- vinistes sólo para darme esta película...-dijo Babi, que lo miraba con una sonrisa en su rostro.
-No..además...quería verte...¡Qué lindo pijama!- dijo Harry
-Ah gracias, fue un regalo-
-No tartamudeastes. Quería que lo hicieses-Harry se reía en su cara. Se burlaba de ella. Al parecer a Babi le gustó ya que ambos se rieron.
-Sólo vinistes para eso-dijo Babi-para verme tartamudear-
-Sí, me encanta-

Se acerco un paso más cerca de ella. Sus narices estaban por tocarse. Sus labios estaban enfrentados. Sus ojos igual. Ambos cuerpos estaban unidos. Una distancia mínima los separaba.
Babi bajó la vista.
-Ha..rry- el se reía- ten...go no...vio-
Aquéllas palabras causaron mayor dolor sobre Babi que sobre Harry.
-Lo sé- dijó el- lo ví en tu celular.
-Enton...ces ¿Qué es...tas hacc...iendo?- preguntó Babi un poco desconcertada y sorprendida.
El acarició la cabellera de Babi.

-Me gusta estar contigo-

Nuestro amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora