Girl [Meling] [Corrigiendo}

Capítulo 7

Advertencia: te vengo a recordar que está historia es un fanfiction y habrá cosas que no se respetarán el canon de la serie. Por cierto, el siguiente capítulo contendrá temas fuertes, por favor ten discreción.
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—King... —murmuró Meliodas, sorprendido por la inesperada aparición. El hada lo observó con cierta extrañeza, notando la sorpresa en los ojos del rubio.

—Mi nombre es Harlequín, Meliodas —le recordo el hada, señalándose a sí mismo confundido por la repentina desorientación del rubio frente a él. ¿Qué estaba sucediendo allí? Era como si una amnesia momentánea se hubiera apoderado de él, o tal vez... ¿era solo una broma de mal gusto? —Recuerda que vienes a una misión con el Rey Hada para hacer una "alianza" con él —agregó con un leve tono de burla, percibiendo la confusión que había provocado en su compañero. 

Había pasado por alto el detalle de su vestimenta, que claramente no correspondía al uniforme del Reino de Liones sino al del Reino de Danafont. Meliodas se encontraba sumido en la confusión. ¿Por qué el hada estaba frente a él? ¿Por qué le daba otro nombre? ¿Por qué lo veía a él y no a Liz? Las preguntas inundaban su mente, dejándolo aún más perplejo ante la extraña situación.

—¿Harlequín? —repitió Meliodas, sorprendido por las palabras del hada frente a él. Las cejas del hada se arquearon ligeramente, demostrando su desconcierto. 

—Ajá... Meliodas hoy estas muy raro ¿Estas bien? ¿Tienes fiebre? —el hada puso su mano en la frente del rubio.

—Lady Zaneri, el señor Meliodas no se ve bien —expresó la princesa con tono preocupado, observando al rubio, quien parecía estar en un estado de parálisis momentánea, su rostro reflejando una mezcla de confusión y desconcierto. —¿Qué es lo que le está pasando?

—Esta es la torre del juicio —respondió Zaneri con seriedad, su mirada reflejando una profunda comprensión de la situación.

—¿Torre del juicio? —repitió la peli blanca con sorpresa, sus ojos buscando respuestas en el rostro de la druida. —¿Este es el juicio para que obtenga su poder de nuevo?

Asintiendo con solemnidad, Zaneri confirmó sus sospechas. —En este momento, Meliodas se encuentra en una prueba para ver si es digno de tener su poder —explicó, su voz resonando en el aire cargado de tensión.

—¿En una prueba? —repitió la peli blanca con un destello de incredulidad en sus ojos. —¿Es difícil reestablecer los poderes de alguien, Lady Zaneri?

—No es eso —intervino la chica de ojos verdes, su tono cargado de seriedad mientras desviaba la mirada hacia el suelo, como si quisiera ocultar la gravedad de sus palabras. —El problema es lo que pasa cuando se reestrauran.

Elizabeth, intrigada por las palabras de la druida, observó con atención mientras Zaneri hacía aparecer un cáliz resplandeciente que parecía emanar una luz mística. El brillo del cáliz iluminaba la oscuridad de la cueva, creando una atmósfera mágica y llena de misterio. Con cuidado, Zaneri extendió el cáliz hacia la princesa, su gesto cargado de significado. —Elizabeth —la llamó con suavidad, atrayendo su atención. —Este será tu juicio, tomalo.