Tras el banquete del Rey de Liones, un evento que se convirtió en un verdadero caos debido a las infortunadas habilidades culinarias de Meliodas, la paz parecía una ilusión. El hada y la gigante regresaron al bosque del Rey Hada, ausentes la una de la otra durante un mes desde aquel infausto festín. Mientras tanto, Ban y Meliodas habían emprendido la noble tarea de liberar a los pueblos oprimidos por la raza demoníaca, entrenando incansablemente para enfrentar los peligros que acechaban al reino. En el corazón del reino, las obras de construcción de una muralla se llevaban a cabo con fervor, impulsadas por la determinación de los hombres, aunque la magia de la maga había hecho maravillas. Rumores susurraban entre las multitudes: el Rey pronto elegiría al Gran Maestro, y las apuestas se centraban entre Hendrickson y Dreyfus.
Los valientes Siete Pecados Capitales, tras descubrir una aldea que capturaba a los viajeros para ofrecerlos a los demonios a cambio de paz, se dirigían al reino para inaugurar la nueva taberna del capitán. El bullicioso Hawk, como un fiero heraldos, se plantó frente a sus camaradas, su voz resonando como un trueno en la sala.
—¡Cerdos, escuchen con atención! Hoy es el día que todos esperaban: ¡la ceremonia de inauguración del Sombrero de Jabalí!
Su emoción se tornó rabia al ver cómo el zorro y el dragón apartaban la lona que cubría el nuevo establecimiento, revelando un lugar transformado, más grande y magnífico, cuyo tejado parecía un sombrero de jabalí. La luz del atardecer reflejaba en las maderas pulidas y los adornos.
—¡Por los cielos, es perfecto! —exclamó Meliodas, la alegría brillando en sus ojos.
—¡¿Qué les pasa, par de desechos orgánicos?! Espero que a ambos los aplaste un cerdo y mueran! —bramó Hawk, su voz llena de indignación.
—Eso no va a pasar, cerdito —replicó Meliodas, observando al animal con una sonrisa.
—No te preocupes, maestro. Te serviré las mejores sobras del mundo —dijo Ban, su rostro iluminado por una sonrisa traviesa.
—Ya te perdoné —respondió Hawk, su tono un tanto más benevolente.
—Elizabeth, ¿te gusta el nuevo Sombrero de Jabalí? ¿Crees que King y Diane lo disfrutarán? —preguntó el rubio a la princesa, su mirada esperanzada fija en ella.
—Mucho, estoy segura de que les encantará —respondió ella con una sonrisa suave, disfrutando de la pequeña disputa entre sus amigos.
—Oye, Elizabeth, no le respondas. Él no hizo nada para construirlo; yo fui quien lo hizo todo —interrumpió Hawk, alzando la voz con desdén.
—Cerdito, ¿y el dinero para la remodelación no cuenta? —replicó Meliodas, bromeando.
—Ese fue del Rey, animal.
—Tsk, si se enteró.
La princesa sonrió ante la escena, el calor de la camaradería envolviendo el ambiente como un abrigo en una fría noche. Después de concluir sus bromas, todos los guerreros y la princesa se dirigieron al castillo para la ceremonia que revelaría al nuevo Gran Caballero Sacro.
—La paz ha regresado a Liones, mas Britannia aún es vulnerable ante la amenaza de los Diez Mandamientos. Por ello, debemos prepararnos para la batalla y nombrar a quien será el Gran Maestro —declaró el Rey, su voz firme resonando en la sala.
Entre los asistentes, un joven de cabellos verdes, Howser, se encontraba ansioso, su corazón latiendo con fuerza ante la expectativa de saber quién tendría el honor de ser el nuevo caballero.
—Y ahora, atención. El nuevo Gran Maestro es... —dijo el Rey, sumiendo la sala en un profundo silencio. —... ¡Howser!
—¡¿Yo?! —exclamó el joven, sus ojos desbordantes de asombro. —Pero, vengo de una familia de plebeyos...
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Girl [Meling] [Corrigiendo}
FanficEn medio de una misión que les encomendó el rey, en el cual, los pecados capitales se vieron envueltos en una batalla con un mago, pero este desafortunadamente escapa dejando una baja ya que este alcanza a hechizar a King y lo convierte en mujer. ¿C...