Proyecto princesa; kim tae.

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Surprise! Comenten y diganme que les pareció el cap.
porque es lo que me tiene locaaaaaaa

— 👑

La vecina de la princesa

Nueve de la mañana del día sábado, y recién lograba abrir los ojos. Si bien levantarme temprano era una de mis obligaciones en Caleum, durante el mes que había estado aquí, los fines de semana no despertaba antes de las doce.

Yoona había tenido unos problemas, y me había pedido que la reemplazara en la mañana, y Taehyung se ofreció a acompañarme, pero también había algo importante, ¡Hoy me daban mi primer sueldo!

Estaba emocionada, ¿En qué lo gastaría? ¿Debería darle un regalo a Abner? ¿Podría comprarme ropa? ¿Tal vez debería ayudar a Abner con las cuentas? No, eso lo costeaba mamá.

Le envié un mensaje a Taehyung diciendo que ya estaba saliendo del departamento, pero al llevar a piso número uno, me encontré con Sang, una de mis vecinas. La vi caminar a dura penas y bajé las escaleras lo más rápido posible para ayudarla.

—¿Está bien? —pregunté preocupada, pero ella solo me sonrió mientras asentía. —¿Segura?

—Es la edad, cada día me hago más vieja —respondió ella. —Muchas gracias, Hara.

—Déjeme llevarla hasta su puerta.

—No es necesario, y no me trates de usted. Tendré sesenta y seis, pero no quiero sentirme más anciana —añadió riendo.

—Está bien, como ust... como digas.

Sang vivía en el segundo piso, no era un trayecto muy largo, pero se veía lo cansada que estaba con cada escalón que subía. Ella me invitó a pasar, y aunque sabía que se me estaba haciendo tarde, no pude rechazarla.

A diferencia de mi departamento, este apenas tenía muebles. Había un sofá y una pequeña mesa, pero nada más que eso.

—Siento el desorden, no paso mucha parte del día aquí —se disculpó y me apuré en hacer una señal para que no se preocupara. —¿Quieres un vaso de agua?

—Está bien —respondí amablemente.

Mientras Sang iba hasta la cocina, vi algunas fotos colgadas en la pared. En todas estaba ella y un hombre, no había niños ni personas más jóvenes, así que intuí que no tenía hijos.

—Él es Han, mi esposo... bueno, ex esposo.

—¿Se divorciaron?

—¿Crees que alguien se divorciaría de semejante adonis? Él murió hace siete años.

—Oh, yo... lo siento mucho.

—Sí, también yo —murmuró viendo su foto. —Él era un buen hombre, pero el cáncer no vio eso y se lo llevó.

—¿No tienen hijos?

—Han era estéril, pero nos fuimos a vivir a una granja donde tuvimos muchos animales que criamos como hijos —respondió riendo. —Era un lugar hermoso.

—¿Entonces qué haces aquí? —pregunté sin pensar, pero cuando abrí la boca para disculparme, Sang habló.

—Vendí la granja para pagar sus quimioterapias. Él no quería, pero de todas formas lo hice pensando que eso lo sanaría... y no sucedió.

—La vida es muy injusta.

—El sistema es el injusto. Han murió y aun debo seguir pagando. Cómo si tuviera mucho dinero para eso.