Proyecto princesa; kim tae.

17

La llamada de la princesa

—Cuéntamelo todo —pidió Yoona apenas contesté su llamada.

—No pasó nada —dije, pero involuntariamente se me escaparon un par de sonrisas al recordar la noche anterior.

Las palabras de Taehyung se repetían una y otra vez dentro de mi cabeza haciéndome reír y saltar en mi cama.

"Me gustas mucho, princesa"

—No me mientas, Hara. Mi vecina dijo que vio una pareja justo frente a mi puerta besándose como si el mundo se estuviera acabando —exageró, o tal vez no, pero de todas formas mis mejillas se tiñeron de rojo al recordar. — Y cuando desperté estaban durmiendo muy juntitos.

—Bueno, al menos tú lo alcanzaste a ver —dije con una mueca.

Luego de su confesión, los besos y jugueteos siguieron por un rato hasta que nos dio sueño. Todos terminamos durmiendo en la terraza, pero Taehyung y yo compartimos el mismo sofá.

Lo último que recuerdo de él fue que me besó en la frente y me dio las buenas noches, porque al despertar, Taehyung ya no estaba.

—¿Y por qué se fue?

—Me mandó un mensaje diciendo que tenía cosas que hacer y no me volvió a responder —respondí dando un largo suspiro.

Aun no comprendía por qué me seguía sorprendiendo ante los repentinos desaparecimientos de Taehyung si era lo que solía hacer, lo peor de todo es que luego volvía a aparecer fingiendo que nada había pasado.

—Bueno, si no te responde durante estos días lo verás el lunes en el trabajo —dijo ella, y tuvo toda la razón.

Durante todo el sábado y el domingo jamás recibí un mensaje de Taehyung. No esperaba que me trajera flores o una serenata, yo solo quería hablar de lo que había sucedido la noche del baile, pero quizás él no.

El lunes Taehyung llegó un poco más tarde de lo normal. Envió un saludo general y se fue a los vestidores sin siquiera dedicarme una mirada.

Me pasé casi todo el día intentando topar con él en algo, pero siempre había alguna interrupción y Taehyung desaparecía. No quería pensar que me estaba evitando, pero parecía que eso era lo que exactamente estaba haciendo.

—¿Y Kwan? —preguntó Taehyung en nuestro momento de descanso.

—Se resfrió la otra noche así que pidió el día libre —respondió Yoona. —Son las secuelas de una noche loca, ¿Verdad, Taehyung?

—Supongo —dijo él, y supe que algo andaba mal cuando me miró de reojo. —No recuerdo mucho, así que, si hice algo malo, lo siento.

Me quedé sin aire y sin habla al escucharlo. Él no podía estar hablando en serio, debía ser una broma y en cualquier momento reiría para burlarse de mi cara estupefacta, pero este parecía no ser el caso.

—¿Qué? ¿Acaso el alcohol te dio amnesia? —preguntó Yoona alternando su mirada entre él y yo, supongo que presintió que algo iba mal.

—Es lo que hace si no lo bebes con moderación.

—¿Hasta qué parte recuerdas claramente?

Por favor, Taehyung, recuérdalo.

—Hasta que tú cantaste I want it that way a todo pulmón.

Maldición, eso había sido mucho antes de que me metiera a la piscina con él.

—¿Hice eso? —preguntó Yoona, y solo fui capaz de asentir.