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El gancho de la princesa

La semana que me había tomado para descansar había pasado muy lenta. Miryn había venido un par de días y aprovechaba de dejarme algunos apuntes de sus clases para que no me atrasara. Taehyung... bueno, él estuvo yendo y viniendo a buscar las cosas que se le "quedaban", claro que después de la tercera vez, Abner ya no le creía nada.

Al regresar a mi vida "normal", me di cuenta que la escuela era algo que definitivamente no me gustaba, los gritos de mis compañeras y las estrepitosas risas solo arruinaban mi ambiente de paz, aun así, todo valía la pena si en los recreos podía ver a Miryn.

—¡Estoy tan contenta de que estés aquí! —chilló ella mientras me estrechaba en un fuerte abrazo. —No sabes lo horrible que es conseguir una amiga después de años y que esta desaparezca una semana.

Las palabras de Miryn hicieron eco en mi cabeza, algún día iba a desaparecer dejando todo atrás, incluidos ella... y Taehyung.

—También te extrañé, Miryn.

—Ahora dime qué sucede entre Taehyung y tú.

—¿Qué sucede? No hay nada, Miryn.

—¿Entonces por qué cada vez que te llamaba estabas con él? Es tu compañero de trabajo, no creo que iba para dejarte los apuntes de como freír pollo —dijo y simplemente negué con diversión al mismo momento en el que mi teléfono sonaba avisándome de un nuevo mensaje.

Tae:
¿Quieres que te pase a buscar al colegio?

—Déjame adivinar, es él ¿verdad? —preguntó y asentí mientras tecleaba una rápida respuesta.

Hara:
Salgo a las 3,
¿Hay algún problema con eso?

Tae:
Nunca es un problema si se trata de ti.

—¡No puedes decirme que no son nada si te responde así!

—¿Así como? —respondí intentando hacerme la desentendida, pero la verdad es que mi corazón estaba descontrolándose.

Últimamente sentía que debía leer entre líneas con Taehyung. Sus palabras y gestos me confundían demasiado, y cada vez que creía entenderlo, salía con algo completamente distinto que bajaba mis ilusio... No, yo no tenía ilusiones con Taehyung, solo éramos buenos amigos.

Sí, de esos amigos que quieres besar.

¡Silencio, consciencia!

—Espérame a la salida de clases —dijo Miryn levantándose cuando sonó el timbre que anunciaba el final del recreo. —¡Quiero conocer al novio de mi mejor amiga en persona! — chilló mientras se alejaba.

Volví a la sala arrastrando mis pies por el suelo mientras me arrepentía de alguna vez haberle dicho a mamá que la escuela me parecía de lo mejor antes de venir aquí. Para mi suerte, había llegado a mediados del segundo semestre, por lo que el año escolar se estaba acabando y tan solo en un mes sería libre.

Era increíble como los tres meses aquí se habían pasado volando. Había llegado a mitad del otoño y ahora ya estábamos en primavera. Si bien de vez en cuando pensaba en qué hubiera sucedido sin esta idea de conocer otras realidades, o si mamá no me lo hubiese permitido, pero rápidamente apartaba aquellos pensamientos de mi cabeza. No quería una vida sin conocerla de verdad.

La clase de lengua se pasó muy rápido, o quizás era porque estaba tan ansiosa que ni siquiera presté atención a las clases. Escuché mi nombre en la lista, la fecha del último examen y ¡Voilà!, el timbre sonó. Me apuré en recoger mis cosas y reí cuando vi a Miryn en la puerta de mi salón.

Proyecto princesa; kim tae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora