Proyecto princesa; kim tae.

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PERDÓN LA DEMORA TTuTT

y no se olviden de leer el de ayer, por si no lo hicieron

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El vestido de la princesa

—¿Ya sabes lo que te pondrás? —preguntó Yoona asomándose sorpresivamente desde atrás del mostrador.

—Bueno, estoy pensando algunas opciones.

—Estás bromeando, ¿No? —dijo ella riendo, pero yo no lo hice, y su semblante cambió drásticamente. —Por favor dime qué es una broma.

—No lo es.

—¡Hara, el baile es hoy en la noche!

—Lo sé, pero esperaba salir del trabajo para ir a comprarlo.

—¡Sales a las dos, y el baile es a las 6!

—Tengo cuatro horas, ¿Cuál es el...

—¿Solo cuatro horas? ¿Acaso nunca has ido a un baile?

¿Cómo le decía que desde que nací había asistido a bailes, pero en todos ellos me vestían? Jamás había tenido que decidir por mí misma y no sabía que podía ser tan complicado.

Había seguido el consejo de Abner buscando en internet, pero nada me convencía, y tampoco tenía el tiempo para pedirlo, ya que hace solo cinco días había decidido asistir a la fiesta por cierta personita.

—¿Por qué está histérica? —preguntó el susodicho acomodando su brazo alrededor de mi cintura.

Últimamente todo era distinto entre Taehyung y yo, o al menos yo lo sentía así. Las caricias, los besos o incluso los contactos accidentales se sentían diferentes.

Por un lado, me encantaba pasar tiempo a solas con él, hablábamos, reíamos y una que otra vez había un beso de por medio... Bueno, muchas veces, pero no en público. Mientras que, por otro lado, me ponía los pelos de punta estar cerca de él porque pensaba que en cualquier momento se daría cuenta de mis sentimientos.

—Ella es así —respondí. No iba a confesarle que no tenía vestido para la noche del baile, donde justamente iría con él.

—Te creo —dijo y me sonrió, pero no era esa sonrisa amable y cariñosa, más bien era ésta de "quiero algo de ti, y sé que tú también lo quieres". —¿Vamos para atrás?

—T-tenemos trabajo.

—Está vacío, Hara.

Sus ojos fueron a los míos y sentí su mano acariciarme, ¿Quién en su sano juicio diría que no a eso? Así que, sin más preámbulos, asentí y él ensanchó su sonrisa.

Miré hacia todos lados para asegurarme de que no había nadie esperando por atención, y seguí a Taehyung, pero el destino no quiere ciertas cosas, por lo que, cuando íbamos a mitad de camino, Yoona apareció frente a mí sin su uniforme.

—¿Por qué aún no te has cambiado? —preguntó y tanto Tae como yo quedamos confundidos. —¡Tenemos que ir a comprar!

—Estoy en medio de mi turno de trabajo.

—Uhum —cantó echando una mirada a Taehyung.

Maldición, ella lo había notado.

—Ya hablé con Gun. Taehyung se quedará a cargo.

—¿Qué? —soltó estupefacto.

—Te voy a estar esperando afuera, no te tardes demasiado —dijo Yoona saliendo de ahí.