Proyecto princesa; kim tae.

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La amiga de la princesa

La primavera era la mejor estación del año para muchos. El clima no era ni caliente ni frío, la gente se ponía más alegre y las flores estaban por todas partes... Sí, era buena para muchos, menos para mí. La alergia no me dejaba ni respirar, la mayor parte del tiempo mis ojos estaban llorosos y estornudaba cada cinco segundos. Por supuesto que esto era controlable, pero a alguien se le había olvidado empaquetar sus medicamentos.

De todas formas, la alergia no podía impedir que me sintiera contenta. La voz de Taehyung llamándome princesa de un cuento de hadas hace solo unos días se repetía una y mil veces en mi cabeza, pero cada vez que lo recordaba también pensaba en las palabras de Yoona. 

—Bien chicas, escojan a las integrantes de sus equipos —llamó la maestra de gimnasia. Me levanté de las gradas y caminé hacia el circulo de mujeres que se había formado en medio. Nadie me hizo un espacio, así que debí conformarme con escuchar. 

Los lunes a última hora tenía mis clases de gimnasia, lo que agradecía y aborrecía al mismo tiempo. Podía ser bueno ya que no estaría toda la tarde sudada, puesto que no me gustaba la idea de ducharme en la escuela, pero lo odiaba porque terminaba cansada para caminar de vuelta a casa.

—Ah Ri, Jiyu, escojan a seis compañeras para sus equipos de Voleibol. 

Ambas se movían de un lado al otro mientras se turnaban para ir escogiendo miembros. En las clases se juntaban ambos cursos, A y B, y debido a la absurda rivalidad entre estos, era obvio que solo escogerían miembros de sus cursos, por lo que Ah Ri era mi única opción para ser electa.

Me encantaba el volley, de vez en cuando organizábamos unas mini olimpiadas en Caleum y era parte del equipo. Ser una princesa tenía sus ventajas, siempre debía estar en forma, así que desde pequeña me habían formado en deportes y defensa, fortaleciendo mi resistencia física.

Ah Ri posó sus ojos en mí, intenté poner mi mejor cara, casi gritando que me escogiera, pero ella simplemente me sonrió y dijo: —Quiero a Jia.

Oh no, esto ya se estaba volviendo personal.

Fui de vuelta a las gradas, arrastrando las piernas durante todo el camino y me recosté al llegar. Tomé mi teléfono y revisé mis mensajes. Taehyung, Abner, Gun, Yoona y Kwan, con quien había estado hablando seguido desde la fiesta, eran mis únicos contactos pero no tenía ningún mensaje de ellos, y era muy orgullosa como para escribir un nuevo después de un visto.

Fijé mi vista a la cancha, justo para ver como la pelota golpeaba la cabeza de Jia y gruñí molesta por la injusticia. 

—¿Te gusta el volley? —preguntó alguien a mi lado. Me senté y la miré para asentir. Debía ser del otro curso porque jamás la había visto. —Soy Miryn.

—Soy Hara —respondí orgullosa de no haberme equivocado. 

—¿Eres la extranjera, verdad? —preguntó y de inmediato cubrió su boca. —Lo siento, es solo que cuando llegaste se extendió en rumor de que había una...

—¿Halfer? —completé y ella asintió apenada.

—No comparto esa visión, pero ya sabes... La curiosidad mató al gato.

—Tranquila, supongo que hay gente anticuada aún.

—Lamentablemente sí —murmuró. —¿De dónde vienes? —preguntó y nuevamente cubrió su boca. —Perdón, soy demasiado curiosa y no me controlo.

—No tienes que disculparte por todo, Miryn —dije con una sonrisa, hasta que la realidad me golpeó, ¿Qué le respondería?

Durante el mes que llevaba aquí nadie había parecido curioso sobre mi vida, los del trabajo eran demasiado educados como para indagar, y mis compañeras de curso eran demasiado maleducadas como para preguntarme algo que no sonara como un insulto. Así que tener a Miryn me estaba alegrando un poco, no todas las chicas del colegio podían ser pesadas.