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Último capítulo...
del año jeje

—.

El viaje de la princesa

Los siguientes cuatro días fueron un completo calvario. Al parecer a Abner no le había caído muy bien la noticia de que me haya "expuesto" en una situación tan peligrosa como un asalto a mano armada, por lo que tomó una drástica decisión: obligarme a renunciar a mi trabajo.

Está más que claro que yo no lo haría, así que luego de un par de horas de charlas y alegatos, llegamos a la conclusión que no lo dejaría, pero estaría siendo vigilada las veinticuatro horas de los siete días de la semana... o algo así, ya que acordamos que él me llevaría y traería del trabajo. Claro que no era algo muy bueno para mí, ya que eso solo hacía que la cantidad de tiempo que pasaba con Taehyung disminuyera.

Pero también estaba él, Kim Taehyung. Desde nuestro... momento aquel día en el hospital, mi cerebro era peor que el enredo de las luces navideñas. Si bien no había sido un beso real, para mí era algo en lo que no podía dejar de pensar, pero quizás para él no, ya que no había dado ni un indicio del tema, ¡Incluso llegué a pensar que había sido un acto de mi imaginación!

Cómo sea, la herida de mi mano seguía doliendo y aunque Gun me había dicho que podía faltar por el tiempo necesario, yo no quise hacerlo.

—Una orden del box-3, por favor —le dije a Mina dejándole la orden en el mostrador.

—Okey, Hara —dijo y fui en dirección a la siguiente mesa.

—Hola, bienvenidos a Pollos Kim, ¿Qué desea pedir? —pregunté mirando a los dos chicos sentados en la mesa.

—¿Hay alguna pelirroja linda en el menú? —preguntó uno de ellos y fruncí el ceño.

—Disculpa, les daré más tiempo para decidir— dije antes de darme media vuelta con la intención de salir de ahí, pero sentí que alguien tomaba mi mano, si, justo la derecha en donde estaba mi herida.

—¿No me escuchaste? —dijo el mismo chico, y pese a mis intentos por apartar mi mano, el siguió presionando.

—Auch —me quejé al sentir una punzada de dolor.

—Le duele, Jul. —Esta vez habló su acompañante y me envió una sonrisa de disculpa.

—No me...

—¿Hay algún problema, Hara? —se escuchó y Jul soltó mi mano de inmediato.

Y también sé quién creen que era el dueño de esa voz, pero están equivocados.

—¿Te están molestando? —me preguntó nuevamente Kwan pasando su brazo por mis hombros.

—Nosotros no estábamos haciendo nada.

—Váyanse ahora antes de que llame a la policía.

—P-pero yo no estaba haciendo nada —dijo el otro chico, pero Kwan solo lo miró y el pareció entender la advertencia. —Está bien, nos iremos.

—¿Qué? —replicó Jul antes de que su amigo lo cogiera del brazo para llevárselo con él.

—Gracias —le dije a Kwan y él me sonrió.

—Supe que algo andaba mal si la chica del mejor gancho izquierdo que he visto en mi vida se había quedado en blanco.

—¿Eso es un de nada?

—Es un acepto tus gracias provisoriamente.

—¿Provisoriamente? —repetí y el movió sus cejas. —Oh no.

Proyecto princesa; kim tae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora