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Un pd antes de que empiecen a leer: no tuve mucho tiempo para corregirlo así que puede que tenga algunos errores, si es así, me avisan uwu

El tiempo de la princesa

Los besos de Taehyung eran increíbles, pero nada podía superar el sentir su sonrisa cada vez que presionaba sus labios contra los míos.

—Tu padre puede llegar en cualquier momento —comentó, pero aun así siguió besándome. —Hablo enserio.

—Entonces detente —dije, pero reí al notar que su mano se ponía detrás de mi nuca para profundizar el beso.

Las mariposas en mi estómago revoloteaban sin cesar y sus aleteos aumentaban al recordar que no estaba besando a un simple chico, estaba besando a mi novio.

Taehyung se inclinó sobre mí, apoyando sus manos en el respaldo del sofá, dejándome sin escapatoria.

—Eres...

Beso.

—Tan...

Otro beso.

—Hermosa.

Terminó por decir.

Nuestras miradas hicieron contacto y sonreí al verlo en ese estado. Los ojos parecían brillarle más que nunca, sus labios estaban rojos e hinchados producto de la exhaustiva sesión de besos, y su cabello había comenzado a secarse, haciendo que se formarán algunos rizos en las puntas.

Taehyung era perfecto.

Bueno, al menos físicamente sí lo era.

—¿A qué hora llega tu padre? —preguntó acariciando mi mejilla.

—En unas tres horas.

—¿Y ME HICISTE PARAR? —se quejó.

—Yo no hice que te detuvieras, tú lo supusiste —respondí levantándome del sofá.

—Es una injusticia —musitó haciendo un tierno mohín, pero el enojo se le quitó cuando Miri se sentó en su regazo. —Al parecer le caigo bien a nuestra hija.

—¿Nuestra? —repetí mirándolo. —Soy madre soltera.

—Ahora no eres soltera —dijo enseñándome la lengua.

—No importa, aún no tienes la tutela.

—Pero mira, ella me adora— comentó rascando su pancita. —Le voy a poner mi apellido.

—Ja ja, Kim Taehyung.

—Ja ja, Kim Hara —repitió. —Es genial que hasta nuestros nombres combinen.

—¿Genial? Solo estoy esperando la broma de "tus papás son primos" —solté, y quise golpearme mentalmente.

No le puedes hacer bromas de hijos a tu novio con el cual llevas apenas dos horas.

Para mi suerte, Taehyung no pareció tomárselo mal porque rio a carcajadas.

Intenté olvidarme del asunto y cogí las tazas sucias para lavarlas, mientras que Taehyung seguía jugando con Miri en el sofá.

—¿Quieres que te ayude con eso?

—Son solo dos tazas, no voy a morir —respondí rodando los ojos.

Grave error. Al mirarlo, no presté atención a lo que tenía enfrente así que choqué con la encimera y una de más tazas se resbaló de mis manos. Rápidamente intenté arreglar el asunto, pero al recoger los trozos, me corté.

Proyecto princesa; kim tae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora