Proyecto princesa; kim tae.

16

El baile de la princesa

La música se había intensificado, al igual que la cantidad de gente en la pista de baile.

Había visto a un par de maestros y a mis compañeras rondar por ahí, e incluso algunas de éstas me habían saludado, algo completamente extraño después de haberme ignorado durante todo el tiempo que pasé con ellas.

Taehyung me movía al ritmo de la música mientras me apretujaba contra su cuerpo y me decía un par de cosas al oído. No sé si lo hacía a propósito, pero de vez en cuando sentía sus labios rozar mi oreja, acción que me ponía los pelos de punta.

—Tengo sed —dije y tomé la mano de Taehyung para llevarlo hacia la mesa de bocadillos.

No era la primera vez que tomaba su mano o viceversa, pero esta vez se sintió distinto. Taehyung entrelazó sus dedos con los míos, y no me soltó por un buen rato.

Observé nuestras manos juntas y al parecer lo notó, porque sentí un apretujón en ésta y cuando levanté la vista, él sonreía.

—¿Cómo la estás pasando? —me preguntó.

—Es más divertido de lo que pensé, ¿Y tú?

—Está bien a pesar de ser una fiesta de adolescentes —dijo y rodé los ojos.

—Disculpe usted, señor dinosaurio.

—¿Pero sabes lo que es mejor?

—¿Qué? —pregunté.

Taehyung se inclinó quedando frente a mí rostro. Esbozó una sonrisa coqueta y se relamió los labios.

—Las chicas.

—¿T-te gustan?

Por favor díganme qué es una broma y Taehyung no ha estado viendo al resto de mis compañeras.

—Solo una —respondió y me sentí aliviada.

Espera, él jamás ha dicho que sea yo.

—¿Y cómo es?

—Lleva un vestido muy lindo —comenzó echándome una mirada de arriba a abajo. —Tiene ojos color miel, cabello rojo y unos labios malditamente apetecibles.

En algún momento de su discurso, Taehyung juntó su cuerpo con el mío. Una de sus manos viajó por todo el largo de mi brazo y su sonrisa pareció ensancharse cuando sintió la pulsera en mi muñeca. Como si eso no fuera suficiente para dejarme completamente pasmada ante él, sentí como cambió de dirección hacia mi espalda, recorriendo toda el área descubierta que mi vestido dejaba.

Con su mano libre, tomó mi mentón y lo alzó. Los ojos de Taehyung parecían brillar en medio de la oscuridad, su cabello se había desordenado un poco y uno que otro mechón se colaban por su rostro. Lentamente llevé mi mano para correr uno de estos.

—¿En qué estás pensando?

—En ti —respondió sin más. Mi mano seguía merodeando por su rostro, acariciando cada parte de él, a lo que Taehyung cerraba sus ojos.

—¿Y específicamente? —volví a preguntar y Tae abrió sus ojos. La expresión que puso en su rostro me hizo no querer haber preguntado.

—No creo que sea apto decir eso en voz alta —susurró en mi oreja, acto que envió un extraño cosquilleo a todas las partes de mi cuerpo.

No fui capaz de responder a eso de ninguna forma. La sangre se había acumulado en mis mejillas y agradecía que debido a la tenue luz no se notara el efecto que él causaba en mí.