13

1.8K 299 378
                                    

El momento de la princesa

Luego de aquella reveladora confesión de Taehyung, el mesero llegó con nuestro pedido, y con la excusa del hambre, que en cierta parte era real, le dediqué toda mi atención a la comida, fingiendo como si nada hubiera pasado.

Estúpida, Kinara.

Gracias por tu apoyo, consciencia.

La verdad es que estaba aterrada, hace dos semanas había decidido alejar cualquier espectro de sentimientos que floreciera con Taehyung, pero él me hacía la tarea muy difícil.

—¿Qué tal está la comida? —preguntó Tae y quite mi vista de las deliciosas papas fritas para mirarlo a los ojos.

—Deliciosa —respondí luego de tragar. La simple idea de hablar con la boca llena me ponía de puntas con solo recordar los regaños de mi madre.

—Tienes un poco de kétchup... aquí —dijo pasando su dedo por la comisura de mi boca.

¡Esto no se sentía como en los libros! ¿Acaso yo era un bebé que no sabía comer bien? Lejos de algo romántico, había sido una situación muy vergonzosa, pero Taehyung solo río y cambió de tema.

—El dueño de este lugar es hermano de Gun.

—¿De verdad? —pregunté asombrada y él asintió. —Es de familia el gusto culinario por la comida rápida.

—Parece que sí, supongo que todas las familias tienen algo en común.

—¿Qué tienes tú en común con tu familia?

—Uhm, no mucho la verdad —respondió entre risas. —Mamá y Seulbi tienen los ojos verdes, y yo no tuve esa dicha.

—Pero algo debes de tener.

—Supongo que todos nos aburrimos rápido de algunas cosas. Mamá cambia de trabajo cada cierto tiempo porque es tedioso, mi hermana se aburre de las relaciones, y yo...

—Cambias de novia siempre —dije y él rodó los ojos.

—Iba a decir que cambio de gustos rápidamente —respondió y yo asentí. —¿Y tú? ¿El cabello rojo es por tu madre?

—No, es por mi-

Por mi padre, él es el que tiene el cabello así, mientras que el de mi madre es castaño, ¡pero claro que no podía responder eso! Para Taehyung, Abner era mi padre, pero gracias al cielo me callé antes de meter la pata.

—Por mi abuela —corregí con una sonrisa nerviosa.

Perdóname, querida abuela, por ocuparte para mis mentiras mientras descansas en paz.

—Mi abuela tenía el cabello así.

—¿Y era tan linda como tú?

Agradecí no haberme llevado el jugo a la boca, o lo hubiera escupido todo. Si bien esas cosas ya no eran algo nuevo en Taehyung, no dejaban de sorprenderme.

—¿Por qué haces eso?

—¿Hacer qué? —preguntó de vuelta con una inocente sonrisa en sus lindos labios.

Oh, Taehyung, sabes exactamente lo que estás haciendo.

—Cuando dices esas cosas, tú... deja de mentir.

—¿Quieres que me detenga? —Tae puso su mano sobre la mía y le dio un ligero apretón. Ni siquiera fui capaz de pensar una respuesta coherente y con buenos argumentos, porque cuando me di cuenta, mi cabeza se movía en negación. —Genial.

Así continuó nuestra travesía por la playa. La gente parecía contenta, los niños correteaban de un lado al otro, y había muchas ferias cerca.

—¡No puede ser! —chillé tirando del brazo de Taehyung. —Siempre quise hacerme una de éstas.

Proyecto princesa; kim tae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora