Proyecto princesa; kim tae.

5

La primera fiesta de la princesa

Abrí la puerta con el nerviosismo recorriendo todo mi cuerpo. Tal como lo supuse, Abner aún no volvía. Taehyung entró detrás de mí y cerró la puerta con cautela, casi de inmediato escuché el maullido de Miri.

—¡Bebé! —exclamé tomándola en brazos.

—¿Bebé? —repitió Taehyung.

—Oh, ella es Miri, mi hija —la presenté. Miri no era muy amistosa y rara vez dejaba que alguien que no fuera yo la tocara, pero con Taehyung fue completamente distinta. Él la acarició y ella de inmediato comenzó a restregarse contra su mano mientras ronroneaba. —Parece que le gustas.

—Me gustan muchos los gatitos, pero en casa no puedo porque... son alérgicos.

—¿Quienes? —pregunté y Tae no respondió, estaba tan concentrado en Miri que al parecer no me había escuchado. —Tae —dije llamando su atención y de inmediato sus ojos se posaron en mí. —¿Qué debo ponerme?

—No soy experto en vestuario femenino para fiestas, normalmente yo la quito —dijo y me atoré con mi propia saliva. —Es una broma, Hara.

—Mmm —musité conteniendo la tos.

—Si quieres, puesto ayudarte a buscar algún atuendo.

—Vamos a mi habitación... por la ropa.

—Sí, por la ropa —repitió él dejando a un lado a Miri.

Agradecí al cielo y a mi madre por haberme creado la costumbre de mantener mi habitación ordenada. Sí, era una princesa y teníamos ayudantes, o "sirvientes" como algunos los llamaban, pero siempre se me inculcó que mi habitación es igual a mi responsabilidad.

Como se me había prohibido tener fotos o algo característico de Caleum conmigo, no tuve que ocultar nada, así que dejé que Taehyung pasara.

—Wow.

—¿Wow? —repetí yo confundida ante su expresión.

—Ojalá mi habitación fuera tan ordenada.

—Es porque está vacía —aclaré.

Mi habitación consistía en mi cama, una mesita de noche y el armario. No era tan grande como la del castillo en Caleum, en realidad no era para nada grande, así que no caía nada más. En cambio, en Caleum, tenía mi propio escritorio con mi enorme repisa llena de libros.

Recordar cosas como esa me hacía extrañar mi antigua vida.

—Pensé que tendrías flores y posters de BTS por todos lados.

—¿BTS? —pregunté incrédula.

—¿No conoces a BTS? RM, Jin, Suga, J-hope, V, Jimin y Jungkook, ¿No te suena ninguno de esos nombres?

—Nada de nada.

—Son el grupo más popular de todos los tiempos, ¿Acaso vivías en una cueva?

«Todo lo contrario» pensé.

—No importa, te enseñaré de eso más tarde. Conozco a la fan número uno de BTS en el mundo entero.

—¿Ah sí? ¿Quién?

—Mi...

—¡Kinara, ya llegué! —escuché a Abner y el pulso se me aceleró.

—¿Kinara?

—Kim Hara —me apuré a decir. —Debes hacer escuchado mal.

—Kinn, ¿Dónde estás?

—Ahora dijo Kim, jajaja —dije riendo falsamente. —¡Kim Hara está aquí! —grité saliendo de la habitación.