YSBLF - Un amor para la historia

Antes del amor....

Quienes hemos visto esta historia en la pantalla, tuvimos el privilegio de ver una verdadera obra de arte.

Esta es una historia de amor no convencional, y debo advertirles a los lectores, que amo la historia original, por lo que a pesar de que en mi historia cambie algunas cosas y principalmente agregue escenas que me llegan a la mente, siempre trataré de mantener la esencia de la historia original. El amor puro de Betty y Armando.

P.D. Espero les guste la canción.

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Armando Mendoza Sáenz

De niño siempre le gustaba ir a la empresa de modas a acompañar a su papá. Le gustaba ver el funcionamiento del área de producción, las máquinas; ver el proceso por el que pasaba la tela hasta convertirse, de un insignificante pedazo de tela rectangular a un hermoso vestido de diseño.

Su papá también era un apasionado de la confección, se tomaba su tiempo para responder todas las preguntas que le hacía Armando cuando algún proceso despertaba su curiosidad. Para él su papá era la persona que más admiraba en este mundo, y por mucho tiempo sintió que él era su orgullo. Cuando era todavía muy joven, siempre  invitaba a Armando a sus reuniones de negocios, y lo presentaba ante sus amigos diciéndoles que sería su digno representante cuando él ya no estuviera. Sin embargo, las cosas cambiaron tras la muerte de su socio, Julio Valencia. Roberto y Margarita Mendoza se hicieron cargo de los hijos de los Valencia. Y la verdad era lo más lógico. Los Mendoza y los Valencia eran dos familias muy unidas.

Así, de un momento a otro, Armando se vio compitiendo con Daniel Valencia por la atención y la aprobación de su padre. Daniel era tan bueno en todo, era excelente estudiante, muy bueno en los deportes y como si todo esto fuera poco, también era muy bueno en los negocios. Con el tiempo su papá pasó de llevarlo a él a sus reuniones de negocios, a llevarlos a los dos a sus reuniones de negocios y luego, ante la rivalidad que crecía día a día entre Daniel y Armando por el afecto de Roberto, terminó llevando solo a uno de los dos a las reuniones. Sobra decir que no siempre era Armando quien lo acompañaba.

A donde siempre lo acompañaban los dos era a la empresa, sólo que Armando siempre prefería ir al área de producción, ya todos los empleados lo conocían y se sentía como en casa recorriendo los pasillos, ayudando a los trabajadores y también aportando ideas, porque ya fuera porque consideraran sus aportaciones valiosas, o porque era el hijo del dueño, ellos siempre lo escuchaban, ponían a prueba sus ideas, le hacían sugerencias y esto a Armando le encantaba, se sentía aceptado y apreciado. Daniel, por otro lado, siempre iba hacia las oficinas administrativas. Le gustaba ir al área de contabilidad, hablar con los ejecutivos, con el jefe de personal, en realidad rara vez eran capaces de compartir el mismo espacio.

Luego de terminar la secundaria, Camila Mendoza, María Beatriz Valencia, y Marcela Valencia se fueron un año a visitar varios países de Europa. Al regresar las tres parecían otras. Se veían tan adultas, tan sofisticadas, tan hermosas. A Armando quien más le impactó fue Marcela, se había convertido en una mujer hermosa. El quedó prendado de su hermosura casi de inmediato. Sus curvas, su cuerpo esbelto, su rostro impecable le atraía como abeja a la miel. Luego de años de coqueteos inconclusos y besos furtivos en una que otra fiesta, decidieron formalizar una relación y hacerse novios oficialmente.