Una confusa historia descubriendo el amor.

FINAL

Era el día de exponer la tesis y los padres de Fernanda estaban alli, al culminar se fueron rápidamente llevandosela con ellos, por lo que fue imposible mediar palabras sobre nosotras.

-Samantha hablemos, necesito pedirte una disculpa por insistir en que tuviésemos algo, como sabras yo, yo no soy lesbiana, estaba pasando por un momento difícil por lo que You me habia hecho, y estaba completamente segura que si estaba contigo me amarias tanto que ese amor alcanzaría para ser feliz, pero estaba equivocada, lo menos que deseo es dañar nuestra amistad y sobretodo hacerte daño.
Dijo Orianna luego de darme un fuerte abrazo, para continuar con una confesión
Lucas y yo tenemos una fuerte atracción y me ha dicho que hablara con los padres de Fernanda el no se casará con ella, deberías luchar por ella Sam, e ir a su casa, intentar hablar con sus padres, no se improvisa algo, anda ve, allá debe estar Lucas.

-Eso hare Ori, gracias por todo lo dicho, y me alegro mucho por la atracción con Lucas, debes gustarle realmente para no casarse con la mujer mas bella de este mundo.

-Oh vamos ¿O sea yo no soy linda?

-Solo bromeaba tonta, eres hermosa ese chico si que tiene buenos gustos eh.

-Mas que buenos gustos, ahora ve con ella, suerte mi sami.

No sabia que rayos iba hacer para ver a Fernanda...

《Narra Fernanda》
Estaba en casa con mis padres y llego Lucas.

-Señor y señora Linnofonte necesito hablar con ustedes.

-Claro hijo, ya falta siete días para la boda y ya que no se hizo la cena de ensayo deberíamos ir hoy al restaurante familiar y así nos cuentas que te urge. ¿que te parece?

-No me parece solo diré unas cuantas palabras.

Mis padres y yo mirábamos a Lucas atentamente.

-Nos asustas Lucas, comienza hablar ya.
Dijo mi padre angustiado.

-Lo siento, pero yo no puedo casarme con Fernanda.

¿Que? ¿Como que no? ¿De que hablas Lucas?
Cuestiono mi madre.

Yo no salia de mi perplejidad.

-Dejen que culmine por favor, para nadie es un secreto que Fernanda y yo no nos amamos, y si aceptamos esto de la boda es por tratos que hicieron ustedes con mis padres, pero yo no quiero ser un títere de ellos, y con todo respeto Fernanda no deberías tu tampoco de serlo, yo se que amas a esa chica, y sin duda ella a ti, anda y buscala se feliz a su lado.

-Tu no vienes aquí a decir que no te casarás con nuestra hija, y decir que busque a esa niñita. ¿Te estas escuchando Lucas?

-Señora siento toda esta situación, pero usted debe dejar a su hija ser feliz, por favor entre en razón, debo retirarme.

-Fabrizzio dile algo.
Grito mi madre.

-El tiene razón Gina.
Mi padre solo dijo esas palabras y se retiró a su despacho.

Yo subí a mi habitación y escuche unos gritos en la entrada de mi casa. ¿que sera eso? me interrogue.
fui a la habitación de seguridad a ver por las pantallas quien gritaba ya que de mi balcón no lograba ver, y cuando la cámara de seguridad capto la imagen no podía creerlo era ella, Samantha estaba allí.

《Narra Samantha》
Mi decisión fue un poco loca, busque un parlante, una carpa, y suficiente alimento, y me acomode muy bien en la puerta de la casa Linnofonte... En cuanto estuve instalada, comencé a hablar, no, eso no era hablar, comencé a gritar por el parlante.

-De aquí nadie me mueve hasta que me dejen ver a Fernanda, dormire aquí, y viviré aquí, es la única forma de poder verla así sea desde su balcón. Fernanda te amo y lucharé por estar a tu lado porque no hay nada que desee mas que estar contigo, los momentos mas hermosos de mi vida los he pasado contigo, tu eres mi complemento, y no quiero estar un minuto mas sin ti, contigo he descubierto el verdadero amor, el significado de decir un te amo, gracias a ti soy mas amable, menos amargada, y hasta cursi pues mirame aquí, haciendo algo que jamás pensé hacer. Señor y señora Linnofonte se que no tengo lujos, no soy socia de un club, no tengo un carro último modelo, ni mucho menos una mansión, pero amo su hija con el corazón, y se que ella me ama a mi, por favor les pido de rodillas que dejen que ella y yo seamos felices juntas.

《Narra Fernanda》
Escuchaba lo que decía Sam por las pantallas, y mis padres también lo hacían, corrí a la puerta pero mi madre llamo a Marcos uno de los guardaespaldas quien me sujeto para que no saliera, mi padre permanecía callado, no decía ni una palabra.

-Marcos llama a la policía esto es bochornoso.
Comentó mi madre

-Tu no puedes llamar a la policía, ella no esta haciendo nada malo, no esta en tu propiedad solo esta de el lado de la calle, no esta cometiendo un delito ni mucho menos.

-Callate Fernanda, ella esta en mi acera, te recuerdo que toda esta cuadra es mía, y esta con ese gran escandalo frente a mi casa, eso es alterar el orden público.

-Madre no lo hagas te lo pido.

-¿Tanto amas a esa mujer Fernanda?
Pregunto papá.

-Si padre, realmente la amo, perdonen por no ser lo que esperaban, pero no puedo dejar de sentir que es lo mas lindo que me ha sucedido.

-Vete a tu habitación Fernanda, confía en mi, y tu Gina no llamarás a la policía, esa chica no hace nada malo.

No se porque siempre terminaba haciendo lo que mi padre me pedía pero confíe en el y me quede en mi habitación viéndola desde el balcón, mi madre me había partido el teléfono celular y no tenia como comunicarme con ella.
Ya era de noche y Sam estaba allí firme no tenia ni la mas mínima intención de moverse.

《Narra Samantha》
No tenia noticias de Fernanda, solo la veía a lo lejos en su balcón, me hacia una que otras señas,
ya era muy tarde y vi un auto acercase, era Orianna.

-¿Necesitas refuerzos?

-Amiga gracias por venir.
Conteste agradecida, ella había llegado con Lucas.

-Estamos a favor del amor.
Añadió Lucas, y guiño su ojo.

Esa noche fue divertida, jugamos cartas, contamos chistes y hablamos de como fue mi historia con Fernanda y la de ellos que tenían unos cuantos días conociéndose, y se veían tan conectados.

Así transcurrieron cuatro días, no sabia nada de Fernanda, solo veía autos salir y entrar nada mas, esos días estuvo Orianna conmigo y Lucas llegaba de noche para quedarse con nosotras, decía que necesitábamos de un hombre para cuidarnos.
A veces solía ser un tanto machista, pero agradecía sus buenas intenciones.
Todos los días repetía palabras de amor para Fernanda con el parlante, y pedía permiso para estar con ella.
En el día 4 vi las puertas abrirse.

-Si algún día se te ocurre hacer sufrir a mi hija creeme que te matare con mis propias manos.
Dijo el señor Linnofonte.

-Jamas, jamas haré algo que la lastime.
Conteste agradecida y llorando de felicidad.

Al mirar hacia la puerta principal estaba ella con una sonrisa mas que amplia.
Corrió, me abrazo muy fuerte, y me dijo al odio.

-EL VERDADERO AMOR ERES TU.