Capítulo 21 Transformándose

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Habían gastado tres horas en las preparaciones y maquillaje, pero un vendaje que comprimía sus senos, máscaras especiales asiáticas, maquillaje, cejas, patillas, barba, peluca, un montón de gel y un traje negro después, Lexie era la viva imagen de un hombre delgado.

— Espera, vamos a ponerte estos— dijo Hide levantando unos lentes de contactos de color café— son más oscuros que los tuyos por lo que el no enfoque de la pupila no será visible prácticamente— comentó él ayudándola a ponérselos.

— Vamos entonces— dijo Lexie pestañeando para acostumbrarse.

El chófer los dejó enfrente del club y afuera los guardias los pararon, pero, aunque Lexie no tenía ni idea de cómo, Hideki había conseguido dos membrecías a nombre de Lee Jung Go y William Bertz. Entraron sin problemas y entonces vieron la verdad de todo aquello. El sitio era verdaderamente un burdel de lujo, las mujeres iban vestidas en provocadores diseños visiblemente caros. Selena se acercó a ellos enseguida.

— Caballeros— saludó empalagosamente dulce y seductora— espero que se sientan a gusto esta noche aquí.

— Madame— dijo Hide, tomando su mano y besándola— es todo verdaderamente…espléndido.

— Gracias, señor Lee— contestó ella, luego se giró hacia Lexie— ¿Y a usted que le parece señor Bertz?— Lexie la miró de arriba a abajo, luego pasó la vista por la habitación.

— Verdaderamente sorprendente— admitió al final. Llevaba dos días gritando en sus tiempos libres y cogiendo sereno mientras esperaba a Viktor, su voz estaba tan ronca que no parecía siquiera de un humano— No desilusiona en lo absoluto.

— Me complace escuchar eso— dijo Selena con una radiante sonrisa— podéis tomar lo que queráis, bebidas, comida, mujeres. Es a vuestro gusto— ofreció ella— si necesitáis algo, me llamáis— dijo y se fue.

— Entonces ahora, ¿cómo hacemos esto?— preguntó Hide mientras ambos tomaban una copa de champán cada uno y miraban a las mujeres como quien valora las opciones que tiene.

— Tú usa ese talento maravilloso tuyo de atraer a las mujeres a tu alrededor como moscas, mientras más llames la atención mejor— dijo Lexie— yo andaré por allí en las sombras, me guindaré del brazo de alguna mujer y en algún punto de la noche me desapareceré.

— Perfecto.

Hide tenía verdaderamente una habilidad para las mujeres, pronto se vio rodeado de la mayoría de ellas y las que acompañaban a otros lo miraban de vez en cuando. Lexie se acercó a una muchacha delgada, pero que era exageradamente bonita, parecía una muñeca. Estuvieron hablando un poco, tomaron algunas bebidas, la joven incluso la besó.

Nada que no haya hecho antes, pensó Lexie y le devolvió el beso. Mientras lo hacía, notó una puerta por donde salió Sergio y se integró a la fiesta. Entonces Hideki se acercó a ellas con las demás chicas y, fingiendo un accidente, le botó la bebida encima a la joven. Es hora, Lexie se disculpó diciendo que iba a ver si encontraba a la joven, de no hacerlo prometió volver con otra. Todas rieron con su comentario.

Caminó pegada a las paredes, alejándose del centro de la diversión y pasando por la puerta por donde había visto salir a Sergio. Esta daba a un pasillo, entró con una copa en la mano, si algo podía fingir que estaba borracho. Al final habían dos puertas, una era un baño y la otra el centro de seguridad.

Allí estaban las cámaras que daban a las diferentes habitaciones. Solo un guardia, que valiente…o confiado, analizó ella. La puerta estaba entrejunta por lo que no pasó trabajo para abrirla en silencio, lo suficiente como para tomar un dardo tranquilizante y lanzarlo. No se podía entrar con armas al club, pero sus manos eran sus armas.

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