Lexie se había sentido mal, o más bien lo había fingido, llamó a Nathaniel y este le informó que tanto Viktor como él no estaban en la compañía y que podía retirarse si se sentía indispuesta. Aprovechando esto, tomó un taxi directo a casa mientras le enviaba un mensaje a Hide con la dirección, él estuvo allí incluso antes que ella.
Tener auto es bueno, tengo que meditar comprarme uno, llegó a pensar. Subió junto con él y nadie los detuvo, aunque Lexie sintió las miradas de todos en ellos. No los cuestionaba, todos sabían quién era Viktor, además Hide no era de mal ver si te gustaban asiáticos, tan alto como Nathaniel, con los rasgos típicos pero delicados. Era un año mayor que ella solamente y le encantaba ejercitarse, motivo por el cual su cuerpo estaba tonificado, aunque había algo más allá de la amistad que imposibilitaba el afecto físico-emocional entre ellos a nivel sexual y de pareja.
— ¿Segura de que puedo estar aquí?— le preguntó.
Aun si Viktor llegaba, en el club él traía lentes y el cabello teñido de castaño claro, cuando en realidad era de un castaño oscuro que pasaba por negro. Se lo había peinado con gel, pero generalmente lo traía suelto, llegándole hasta los ojos de largo, y vestido como una persona normal de clase media no tenía nada que ver con quien se había presentado en Luxus.
— Tranquilo, ya le diré— respondió ella— ¿le llegaron?
— Las envié ayer en la noche, debieron de estar en su oficina en algún punto de la mañana— le explicó Hide.
— Bien, ahora tenemos que buscar cómo comprobar la relación entre ellos y Mikhaelis— dijo Lexie entrando en la cocina, rebuscó para cocinar algo y al final se decidió por hacer una lasaña.
— Sobre eso, tengo una información de un contacto que puede saber algo que nosotros no. Desafortunadamente...— contó Hide mientras la ayudaba a sacar el jamón, el atún, el queso, pollo y salchichas. No eran la receta original, pero ambos eran fanáticos de la lasaña llena de todo aquello sellado con queso y las salsas correspondientes—...no cede ante presión. Necesita incentivos, pero con la cantidad de dinero que posee no creo que sea de ceder ante la billetera— comentó.
— Entonces cede ante dos cosas más, miedo o placer— aseguró Lexie— nuestros vicios, deseos y temores gobiernan nuestra vida.
— Miedo no, ya lo intenté y no funcionará. El hombre está preparado para morir, siempre que sea de forma rápida. En cuanto a la tortura, alguien así solo callaría sabiéndose muerto, tomaría trabajo y tiempo, ambos están carentes— dijo Hide.
— Placer entonces— concluyó Lexie— ¿hombre o mujer?
— Mujer— contestó él.
— ¿Qué día es hoy?— preguntó.
— 18.
— Lo veremos mañana— decidió al final.
Estuvieron hablando por largo rato, la idea era que Hide se fuera antes de que llegara Viktor, pero la verdad era que poco le importaba a Lexie que ambos se vieran.
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— Me llamó, señor Viktor— dijo Selena entrando en la oficina de Viktor en Heaven’s.
— Sí, tenemos que hablar de una situación delicada— afirmó él.
— Usted dirá— respondió ella.
— Desde hace algún tiempo alguien me ha estado traicionando, dinero y mercancía han sido desviadas, he estado investigando quién está detrás de ello y entre los sospechosos se encuentran tú y tu hermano— confesó Viktor.
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Sombras Ocultas
ActionCuentas peligrosas: Libro I (trilogía) La vida de Lexie era un sube y baja de manipulaciones. Bajo el control de un corrupto se vio arrastrada al mundo del que tanto había intentado escapar hacía años. Ahora unos ojos azules turbios y taladrantes l...