¡Lo prometido es deuda, así que hoy hay doble capítulo! Tenéis también el capítulo 14 ya subido💖🪐
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𝑳𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕𝒐𝒏
Después de unos días trabajando, comencé a no sentirme culpable por lo ocurrido con Holland, a no comerme la cabeza y a sentirme más cómoda hablándolo con la gente. Con "gente" me refiero a mi hermana, Emma, la doctora Ramírez y Garrett. Empecé a darme cuenta de que no era la mala de nuestra película, no le había hecho nada para merecer aquello y que el problema no era yo, sino él, Holland.
―Deberías decírselo a mamá y papá ―dijo Scarlett mientras hablábamos por teléfono. Ella estaba de camino a casa y yo almorzaba.
―Ya lo haré, pero aún no.
―¿Cuándo? Porque el otro día nos lo encontramos en Central e hizo como si nada, como si siguierais juntos.
―¿En serio?
―Sí. Y no me hizo ni un poco de gracia.
―Ya veré lo que hago...
―Bueno, ya me harás saber qué vas a hacer... Y con Garrett, ¿qué tal?
―Normal, somos amigos.
―¿Amigos de meterse la lengua hasta la garganta?
―¡No! ―exclamé rodando los ojos.
―¿Por qué no?
―Porque no. Ni siquiera confío aún al 100% en él como antes. Estamos en una tregua amistosa. Hablar con él me ayuda con todo, así que... ―me encogí de hombros.
―Opino que deberíais meteros la lengua hasta la garganta.
―No te he pedido opinión ―canturreé.
―Y yo te la doy igual ―me imitó el tono cantarín.
―¿No se supone que no lo soportabas después de lo ocurrido?
―Y así es, pero una cosa es el amor y otra el sexo.
Aún estuvimos dándole al pico unos cuantos minutos, hasta que ella llegó a casa y tuvo que colgar. Prometimos hablarnos al día siguiente. Cuando terminé de almorzar, me puse a trabajar un rato hasta que llegó Emma, que había salido a comer con una vieja amiga. Yo había sido invitada también pero como había quedado con hablar con mi hermana, acabé quedándome en casa.
―Me he encontrado con Miranda ―dijo Emma mientras se apoyaba en la pared, viéndome coser los botones de una blusa.
―Ah, ¿sí?
―Sí. Majísima, igual que el otro día cuando vino a hacer las fotos. Llevaba puesto uno de los vestidos que le dimos.
―¡Qué bien! ―sonreí contenta.
Miranda nos había caído muy bien a ambas el día que había venido al apartamento a hacerse las fotos para la web e Instagram. Era una chica muy dulce, atenta y le apasionaba la moda tanto como a mí. Habíamos hasta intercambiado números para tomar algo juntas algún día. A ambas modelos les habíamos regalado las prendas con las que habían posado, aparte de pagarles lo acordado. ¡Qué menos! Y que le hubiese gustado la ropa y encima la vistiera, me ponía muy feliz.
―Dice que si algún día nos va bien, pasará a vernos.
―Yo encantadísima. Ya le diré que pase cuando mejor le venga ―murmuré desviando la mirada hacia su mano, de la cual colgaba una bolsa de papel―. ¿Y eso?
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Al caer las estrellas ©
RomanceCon veinticuatro años, un ex novio más tóxico que el arsénico y una empresa recién inaugurada, Leighton comienza una nueva vida de la mano de su prima Emma en Los Ángeles, a unas tres mil millas de su quería Gran Manzana. Garrett sigue resentido con...