Capítulo 23

124 16 3
                                    

-... mi señor, ¡nada podrá salir mal! – Aseguro nuevamente un hombre que podría ser comparado con lo mas cercano a un hombre rata en vida.

- Mas vale que no. – La cara en la parte trasera de una cabeza sin pelo no ayudaba al aspecto de esta criatura. En lo absoluto. – Mi descontento no es una opción. – Siseo la cara sin nariz en la nuca del hombre rata.

Definitivamente era una imagen que le daría pesadillas a cualquier niño que lo viera. No solo niños, la verdad. Sin contar quien era la cara sin nariz, cuyo nombre ya era tan temido que nadie se atrevió a pronunciarlo. Por fortuna o desgracia, no había nadie mas allí, y por tanto nadie vio como ese hombre se transformo en una rata y corrió a las puertas corredizas mágicas para entrar en los territorios de Hogwards, su objetivo siendo infiltrarse en el nuevo castillo mediante sus sombras y su falta de seguridad.

Después de todo, por más rápido que estuviera siendo la construcción, el nuevo castillo no era ni un cuarto de lo que originalmente fue y su creador no era nada mas y nada menos que un niño que no respetaba las reglas de la magia ni su cultura. Incluso si no fuera así, era increíblemente estúpido, irrespetar y destruir una de las mayores creaciones mágicas de la historia, en especial una hecha por los magos mas poderosos y famosos de la época. ¿Cuándo se podría replicar algo así?

Nunca, esa era la respuesta. Como alguien tan idiota y sin cuidado había provocado tanto caos y tenía un dragón como mascota era algo que Voldemort no se podía explicar. Podría ser peligroso y todo, pero era un estúpido y un niño.

Un búho vio a la rata de reojo por un momento antes de volver a esconder la cabeza entre sus alas. Al igual que el búho, un perro de dos cabezas soltó un bufido bajo, humo saliendo de entre sus dientes en lugar de aire, y no se molesto en levantarse. En su lugar, el perro solo se molesto en levantar una cabeza para ver en primera fila lo que iba a ocurrir.

Si la rata al menos hubiera hecho una pausa, se hubiera dado cuenta de que había cierto numero de "animales" en las afueras del castillo, incluyendo un pequeño centauro curioso. Nada de esto representaba un verdadero peligro para el roedor, pero quizás hubiera encendido alguna alarma en su cabeza. Después de todo, había mas de un búho y los búhos no eran los únicos que tenían roedores en su menú alimenticio.

Estudiantes iban y venían, no tan nerviosos ahora, entre el castillo y sus alrededores. Al menos la mitad que quedaba estaba alentados y maravillados por los rápidos cambios que estaban ocurriendo en el castillo. Un castillo que no parecía sacado de la era medieval, tenía puertas eléctricas y tenían seguros electrónicos, solo para iniciar.

-... tener que jugar ajedrez y hablar boberías para pasar el rato. – Comento un estudiante de cuarto año, sin levantar la vista de su Tablet y sin torpezar con nadie afortunadamente.

- Y sin matarnos mas con las plumas y la tinta. – Su acompañante, un estudiante de sexto año, le respondió con lagrimas en los ojos. Internamente se lamentaba que esto no hubiera ocurrido antes. – Los de primer año jamás conocerán los horrores de tener que empezar de nuevo por manchar accidentalmente el pergamino, cargar demasiado la pluma, y descubrir lo que es escribir en línea recta sin ayuda visual. – Una verdadera pesadilla. Hasta que el estudiante se adaptaba. No había otra opción.

- El nuevo director es grandioso. – Hace una semana no se hubiera dicho esto. – Da miedo y todo, y es mas raro que la vaina, pero tiene buenas intenciones en el fondo. – Para bien o para mal, dependiendo quien se lo encontrara. – Tenemos clubs, ¡alguien le pidió un club de hacer dulces y ahora lo tenemos! – Y muchas cosas más.

- Y también vamos a tener el currículo de estudio mas largo que haya visto en mi vida Mike, pero-

ZZZZZZZZZZZZZZZTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTT.

Magic's GamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora