Capítulo 2

887 81 24
                                    

- ¿Estás seguro de que estamos en el lugar correcto Tsu-nii? – Preguntaron dos voces muy cercanas.


Tsuna bostezo profundamente, era demasiado temprano... ¡Eran las 6 de la mañana!, ¡demasiado temprano!


- ¡No duden de Tsuna-sama mocosos-


- Ma Ma, estoy seguro de que Tsu-chan sabe a dónde estamos yendo... - Takeshi fue rápido en interrumpir a Hayato antes de algo malo ocurriera.


No hacía falta ser un genio para saber que era una muy, muy, muy mala idea hacer molestar a Tsuna en ese momento, y francamente quería conservar su cabeza en su lugar, muchas gracias. ¿A qué se debía todo esto?, pues era mayormente culpa de cierto bebé, quien había oído a Tsuna decirles ayer que hoy saldrían a comprar los útiles escolares de los chicos antes de que mas palomas aparecieran para recordárselos. Reborn lo había despertado a las 4 de la mañana, y desde entonces Tsuna había estado de un humor de horrores, y no ayudaba que solo tenía 3 horas de sueño.


La buena noticia era que cierto fantasma no estaba muy contento y seguramente Reborn no la estaba pasando muy bien junto con el resto de los habitantes de la casa, lo último que Takeshi había visto era al fantasma desearles un feliz viaje con una sonrisa muy tensa y lo que sospechosamente parecía ser un bate con alambre de púas en su espalda. Aunque hubiera querido preguntar (cosa que no iba a hacer, mucho menos en ese momento), no hubiera podido, ya que Tsuna estaba demasiado irritado y solo quería salir del asunto para volver y tirarse en su cama...


Tsuyoshi solo había puesto mala cara por unos minutos cuando el fantasma los despertó en la madrugada, pero no fue tanta la molestia al entender que su hijo no iba a ir solo a solo Dios sabe dónde y que volvería en la tarde. Honestamente, Tsuyoshi había estado demasiado somnoliento como razonar bien todo lo que le estaban diciendo, y Takeshi sabía que en cuanto despertara de nuevo iba a tener un ataque... si no veía la nota que le dejo pegada en la nevera.


- Idiota-


- Ma Ma, calma pueblo, calma pueblo... – No quería morir, y mucho menos quería que Tsuna se lo tragara vivo y-


- ¿Se pueden callar de una buena vez? – Finalmente estallo Tsuna, mirándolos de una forma tan fea que ambos adolescentes se hicieron una pequeña pelota en el asiento. – Gracias... - Miro a los dos niños que se arrepentían de haber abierto la boca. – No, la verdad es que no se a donde debemos de ir con exactitud, sé que es en esta región, porque he estado aquí antes, pero nunca he hecho compras ni nada así que... - Se encogió de hombros, bostezando profundamente y dejando caer su cabeza en la mesa. – No debe ser muy difícil, espero...


Ambos niños se miraron, aliviados de que no hubiera explotado con ellos, pero al mismo tiempo inseguros, porque si el vampiro no sabía ni en donde estaban... Los adolescentes, luego de un rato de silencio mientras aun pasaban el susto, se relajaron en sus lugares, uno pidiendo un café mientras que el otro pidió un trozo de torta de chocolate para Tsuna.


-... Este lugar es raro, jajajaja... - Aunque lo dijera para relajar un poco el ambiente, era cierto.


- Estamos en un bar de brujas, magos, indefinidos y quien sabe que otra cosa, ¿qué esperabas? – Tsuna le contesto mirándolo de reojo, devorando la torta de chocolate con gusto.

Magic's GamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora