Capítulo 4

659 85 20
                                    

Harry miraba todo con asombro, muchas cosas parecían (quizás incluso eran) de oro. Era una oficina no tan pequeña como uno esperaría de un lugar como un banco, pero estaba muy bien arreglada, y daba una sensación de estar tratando con algo muy delicado o muy importante. La mitad de su asombro se debía a: ¿cómo había sobrevivido ese lugar ante todo lo que había pasado?, se veía intacta.


- Coloque protecciones contra explosiones, fuego, agua, y hasta disparos. – El duende se encogió de hombros ante la mirada del chico. – No es mi culpa que la mayoría se sienta tan seguros de que no va a aparecer algún loco con artefactos muggles. – Tomo su asiento. – Tomen asiento caballeros, por favor.


Tsuna solo seguía con su cara de pocos amigos, era obvio que solo quería irse a dormir. Harry se prometió así mismo no molestar mucho a Tsuna mientras tuviera un mal día o tuviera mucho sueño. No quería morir prematuramente, ni pasar un mal susto. Tsuna era un muy buen... ¿amo?, ¿amigo?, ¿hermano?, aun no estaba seguro de que era Tsuna para él, pero era mil veces mejor que sus Tíos. Prefería mil veces vivir con Tsuna y todos sus extraños amigos que volver con sus Tíos.


- Bueno, para hacerlo corto, el señor Velden dejo... - Papeles, y más papeles... - Aquí esta... - El duende cerro la gaveta, teniendo la carpeta que quería en manos. – La última vez que vino, hace unos cuantos años atrás, hizo algunas modificaciones a este archivo.


El duende, sin detenerse a mirarlos, centrado en la carpeta, la abrió y saco unos papeles. Tsuna pestaño, tomando uno de los papeles, el cual fue ofrecido por el duende, quien se ajustó las gafas antes de proseguir:


- Este, en particular, es su testamento. – Como si temiera que la conversación fuera a dar un rumbo muy equivocado, comento tranquilamente: - Me temo que no hay ningún indicio sobre el Sr. Velden, pero ya que estas aquí, me parece que deberías estar al tanto de las cosas...


- ¿No se sabe nada del hermano de Tsuna-nii? – La curiosidad mato al gato, pero Harry no sabía nada más que eso del tal "Sr. Velden".


- No. Los vampiros suelen ser muy solitarios, hay veces en donde solo dan a conocer su presencia una vez por década o más tiempo. El Sr. Velden solía venía a este lugar cada 20 años, más o menos. – Cuando necesitaba retirar o incluir cosas en alguna de sus bóvedas. – Ahora, Sr. Tsunayoshi, en ese documento que tiene en manos, el Sr. Velden lo incluyo como su único heredero. Antiguamente, sus bienes iban a ser donados a otros vampiros o ser convertidos en parte del patrimonio del país, pero la última vez que estuvo aquí hizo más que claro que quería que tu fueras el beneficiario de todo en caso de que... ya sabes, algo fuera a pasarle a él.


Harry, en ese punto, tenía los pelos de punta. Tsuna no se veía para nada feliz, y estaba, sin querer, liberando una intención asesina que lo estaba atemorizando. El Sr. Velden debía de ser alguien muy importante para Tsuna si con solo la mención de que algo malo le hubiera pasado...


- En el documento están discutidos todos los bienes y propiedades pertenecientes al Sr. Velden. Entre ellos podemos nombrar algunas bóvedas, varias propiedades alrededor del mundo y artefactos mágicos antiguos, incluyendo reliquias familiares. – El duende, por su parte, seguía como si nada, pero estaba plenamente consciente de que una mala elección de palabras podría significar su vida. – Estos otros documentos son mayormente propiedades... - Se las tendió a Tsuna. – Puedes revisarlos después con más calma, son copias. – En otras palabras, podía quedárselas.

Magic's GamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora