𝐸𝓃𝓉𝓇𝑒 𝓁𝒶𝓈 𝒻𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈 | 𝒥𝒶𝒸𝓀 𝐹𝓇𝑜𝓈𝓉 𝓎 𝓉ú

Cap 11

Narras tu:

El viaje como siempre fue muy agitado, lo bueno es que Norte no es una persona normal si no ya lo hubieran multado un millón de veces por exceso de velocidad al manejar.

Mientras íbamos en el trineo Conejo me abrazaba mientras yo le acariciaba la cabeza, Akela estaba con Hada, hasta que se acercó y se sentó a lado mío y apoyó su cabeza en mi regazo.

-¿Qué pasa Akela?- le pregunté empezando a acariciar su cabeza.

-Nada, solo que siento un poco de nauseas- dijo con voz cansada.

-Te entiendo amigo- dijo Conejo quien aún me abrazaba por la cintura.

-Tranquilos chicos, si sienten ganas de vomitar solo háganlo pero afuera del trineo- dije acariciando las cabezas de ambos.

-Okey- dijeron los dos al unísono, para después caer dormidos.

-Que mimados son- dijo Jack acercándose.

-Ellos no siempre son así, pero cuando actúan así es como si fueran otra persona- dije mirando a mis dos mejores amigos.

-Oye y Conejo que es para ti?- preguntó curioso.

-¿Porque preguntas?- pregunté confundida mientras ladeaba la cabeza.

-Curiosidad- dijo encogiendo los hombros.

-Pues Conejo al principio lo veía como un amigo solamente, pero ahora lo veo como un hermano mayor- acaricie la cabeza del antes mencionado mientras explicaba. -Conejo a sido muy sobreprotector conmigo desde que nos conocimos a igual que Akela-.

-Ya veo y Akela, desde que cuando lo conoces?- preguntó mirando al antes mencionado.

-Oh, a el lo conocí una semana después de que aparecí en el bosque-.

-¿Y que edad tienes?- preguntó Jack.

-216 años- dije con simpleza.

-¡¿Que?!- dijo sorprendido. -Que yo sepa los perros no viven tanto tiempo-.

-Lo se, a mi me pareció raro al principio y aun no se porque el no envejece- dije mientras acariciaba la cabeza de Akela.

-Wow- fue lo único que dijo.

-Oye y ese tal Jamie es tu amigo o algo así?- pregunte mirándolo.

-Si es mi amigo de hecho el fue el primer niño en creer en mi- dijo mirando el suelo como si recordara algo.

-Oigan ya llegamos!- gritó Norte llamando nuestra atención.

-Te va a agradar Jamie créeme- dijo Jack sonriendo.

Una vez que aterrizamos en el patio de la que creo que es la casa de Jamie iba a pararme pero Conejo y Akela aún seguían dormidos.

-Oigan... oigan- dije susurrando y moviéndolos pero ellos no se despertaban. -¡OIGAN!- grite para después darles un zape a los dos.

-Au!!- dijeron los dos al unísono.

-Ya era hora de que despertaran, ya llegamos así que bájense- dije para después parame de mi asiento y bajar del trineo.

-¿Y ahora como vamos a entrar sin hacer ruido?- preguntó Jack viendo la casa.

-Podemos usar los túneles de Conejo e ir directo a la habitación de Jamie- propuso Hada.

-Bien- dijo Conejo para después golpear el suelo dos veces con su pata y hacer aparecer un túnel. -Vayan de uno por uno para no hacer ruido- dijo para después entrar al túnel.