Cap 4

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Narrador omnisciente:

Flashback:

Un día soleado en un bosque ubicado en Toronto, Canadá, un conejo se encargaba de esconder sus famosos huevos para que los niños los encuentren.
Se transportaba mediante sus túneles para ir de un lado a otro, lo que no sabía es que al abrir un túnel en un lugar incorrecto alguien caería por accidente.

A lo lejos se escuchó un grito de un chica, pero fue un grito que solo Conejo pudo escuchar, porque al parecer nadie más lo escuchó. Una vez terminada su labor en ese bosque se dirigió al lugar donde se escuchó aquel grito.

Cuando llegó a ese lugar se dio cuenta que el grito fue porque alguien cayó en uno de sus túneles.
-Agh, bien hecho Conejo- se regañó así mismo para después entrar al túnel que abrió por accidente.

Una vez que llegó a donde terminaba el túnel se dio cuenta de que estaba en su madriguera y que ese alguien que había caído por el túnel estaba en su madriguera. Sacó uno de sus boomerangs y empezó a buscar.

-¿Hola, hay alguien aquí?- preguntó con la esperanza de que ese alguien contestara, pero no obtuvo ninguna respuesta.

De pronto escuchó la risa de alguien, más específicamente la risa de una chica, con el boomerang en mano se encaminó a donde provenía la risa y entonces vio a una chica que le resultó un tanto peculiar. Tenía el cabello verde, su piel era de (c/p), llevaba una corona de flores en la cabeza, una blusa de hombros descubiertos, un short de mezclilla corto, una espada colgaba de su cintura y estaba descalza. La chica estaba ¿conversando con las mariposas?.

Confundido por el aspecto de aquella chica ladeo su cabeza, pero de lo que no se dio cuenta es que un lobo que venía con ella había notado su presencia, el lobo gruño en dirección a Conejo alertando a la chica.

-¿Que pasa Akela?- pregunto la chica confundida.

-Hay alguien observándonos- dijo el lobo aún gruñendo.

-¿Qué?- la chica aún confundida por lo que dijo su amigo, tomo su espada y siguió a Akela a donde creían que estaba ese alguien que los estaba observando. 

-¡Ahí esta!- dijo Akela mientras corría a atacar al la persona que los observaba.

-¡Akela espera!- le grito la chica a su amigo, debía detenerlo porque lo conocía muy bien y sabía que Akela siempre actúa sin pensar en las consecuencias que sus acciones pueden llegar a causar.

De pronto la chica escuchó un grito, probablemente era de la persona que los espiaba. Cuando llegó a donde se había escuchado el grito y vio a Akela encima de un conejo gigante que tenía un boomerang.

-Akela déjalo en paz- dijo la chica a su amigo

-Pero nos estaba espiando- protestó Akela aún sobre Conejo.

-Tal vez tenía una buena razón para hacerlo- dijo la chica, una vez que Akela se quito de encima de Conejo no sin antes darle un ultimo gruñido en la cara, empezó a hablar.-Lo siento mucho, es que el a veces hace las cosas sin pensar- dijo la peliverde apenada y acercándose un poco a Conejo.

-Si ya me di cuenta- dijo Conejo enojado parándose y sacudiéndose la tierra. -¿Quiénes son ustedes y que hacen en mi madriguera?- preguntó Conejo cruzando los brazos.

-Es tu madriguera, lo siento no tenía idea es que llegamos aquí por accidente- dijo la chica guardando su espada. -Mi nombre es _____ Earth, espíritu del elemento de la Tierra y el es Akela mi mejor amigo- dijo la chica presentándolos. -¿Y tu quien eres?- preguntó la chica curiosa.

-Espera... ¿no sabes quien soy?- preguntó Conejo sorprendido.

-Si lo supiera no te estaría preguntando- dijo en forma obvia.

𝐸𝓃𝓉𝓇𝑒 𝓁𝒶𝓈 𝒻𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈 | 𝒥𝒶𝒸𝓀 𝐹𝓇𝑜𝓈𝓉 𝓎 𝓉úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora