Cap 12

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Narras tu:

Milagrosamente no volamos tan bruscamente ya que veníamos con los niños, pero Sofi ni se inmutó cuando emprendimos vuelo, esta niña si que tiene el sueño pesado.

A mitad de camino Jamie se había quedado dormido en el hombro de Jack, el viaje era muy pacífico y silencioso, pero esa tranquilidad se acabó cuando llegamos al taller.

Todo estaba hecho un desastre había arena negra por todas partes, los juguetes destruidos, los duendes corriendo de un lado al otro asustados y los yetis estaban todos histéricos y otros estaban limpiando el desastre que había.

-¡¿Pero que demonios pasó aquí?!- pregunté con Sofi aun en mis brazos.

-Fgrfrhrgfrghrfrgr- refunfuño un yeti acercándose a Norte con una carta en mano. 

-¿Qué es eso Norte?- se acercó Conejo a ver la carta.

-Es una carta- la abrió mientras hablaba.

-Y que dice?- preguntó Jack.

La carta:

Estimados Guardianes:

Esta es su segunda advertencia para que se rindan. Si no quieren que alguien o algo más será mejor que se rindan, me entreguen a los niños y así de una vez por todas tendré mi venganza.

Atte. Pitch Black

-Ese maldito- murmuré notablemente enojada.

-Debemos estar más alertas de ahora en adelante- dijo Norte con voz firme y decidida. -Phil lleva a los niños a una de las habitaciones para que descansen- dijo Norte a uno de los yetis.

Le entregué a Sofi mientras Jamie quien estaba despierto solo siguió al yeti hasta una de las habitaciones que les iban a asignar.

-Bien y ahora que?- preguntó Jack.

-Tu y _____ van a vigilar a los niños, probablemente Pitch los quiera hacer tener pesadillas mientras duermen- dijo aún con su voz firme.

-¿Y porque nosotros dos?- pregunté confundida.

-Porque yo lo digo ahora vayan por donde se fue Phil con los niños, Akela ve con ellos- dijo ahora con voz sería y firme.

-De acuerdo, vámonos- dijo Akela yéndose.

-Si pasa algo no duden en decirnos, okey?- dijo Conejo acercándose a mi.

-Tranquilo Conejo estaremos bien- dije para después abrazarlo.

-Ten cuidado peque- dijo abrazándome más fuerte.

-Tranquilo Conejo, estaremos bien- dijo Jack acercándose.

-Más te vale porque si algo le pasa te voy a quemar vivo, oíste?- dijo Conejo en tono amenazante.

-Okey Conejo, tranquilo mejor ya vámonos- dije para después tomar a Jack de la capucha de su sudadera y arrastrarlo hasta la habitación de los niños. -¡Adiós chicos!- grite despidiéndome de los demás.

Los demás se despidieron mientras caminábamos bueno más bien yo caminaba porque a Jack me estaba llevando a rastras, yo solo iba con la vista al frente, una vez que habíamos alcanzado a Akela seguimos caminando hacía la habitación, todo estaba en silencio hasta que Jack habló.

-Oye ya me puedes soltar- dijo Jack llamando mi atención.

-Oh, si lo siento- lo solté de la capucha.

-Oye, estás bien?- se sacudió la ropa para después seguir caminando.

-Si estoy bien, tranquilo- dije haciendo una pequeña sonrisa.

𝐸𝓃𝓉𝓇𝑒 𝓁𝒶𝓈 𝒻𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈 | 𝒥𝒶𝒸𝓀 𝐹𝓇𝑜𝓈𝓉 𝓎 𝓉úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora