Cap. 54

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-Sultana- Ayas entró a los aposentos de Reyhan -El príncipe me a ordenado llevarla al establo, la están esperando ahí- este dijo a Reyhan con la mirada baja

-¿Quién me espera?- Reyhan preguntó dudosa

-No tiene porqué preocuparse, Sultana, solo venga conmigo- Reyhan asintió y camino detrás de Ayas hasta llegar a dicho lugar

-¿Quién me espera aquí?-  Reyhan volvió a preguntar mirando a Ayas

-Espere un momento- dijo y se adentro al establo a llamar a las personas, después de unos minutos regresó con ella -El príncipe le a obsequiado esto- señaló a la puerta, un hombre sacó del lugar un caballo demasiado bonito y grande, en color negro, con los pelos de la melena y cola ondulados

-Wow-  se sorprendió al ver a una belleza de caballo -¿Es para mí?- Ayas sintió

-Si, Sultana- Ayas fue hasta el caballo -El príncipe mandó traerlo especialmente para usted- Reyhan también se acercó a acariciar al caballo -Cuando quiera montarlo, dígame, yo con gusto le ayudaré-

-Gracias Ayas- esta sonrió -Ahora tengo que regresar al Palacio, necesito ir con mis hijos- Ayas se inclino, Reyhan dio la vuelta y camino alejándose de él hasta llegar al interior del palacio

Reyhan se encontraba en la sala principal del Palacio, se dirigía a pasar por enfrente del harem, pero detuvo  cuando alguien grito su nombre.

-¡Sultana Reyhan!- una criada grito desde el harem haciendo que esta frenará y se diera la vuelta quedando frente a frente de la criada

-¿Que pasa? Si es sobre Handan no quiero saber nada de ella- dijo fría, la criada nego

-Sultana, ella es el problema- dijo con la voz nerviosa -Ahora que está embarazada se siente una Sultana, quiere corrernos a todas de este lugar- a Reyhan le cambió la mirada

-Ella no puede hacer eso- dijo sería -Hablaré con ella, tu habla con las demás criadas y separa a todas las que quieran ser mis criadas- Reyhan la miró, sin más nuevamente emprendió camino pero ahora a los aposentos de Handan, entrando sin previo aviso

-¡¿Que haces aquí?!- Handan grito nerviosa -Tu no tienes permitido entrar aquí- Handan se levantó de su asiento alterada

-Tranquila, está vez no vine a "agredirte", si es lo que temes, aunque si lo hago podrias ir llorando nuevamente con el príncipe ¿No?- Reyhan sonrió sarcástica y se acercó  hasta ella

-¿Que es lo que quieres, Reyhan?- Handan la miró

-Antes que nada, para ti soy Sultana Reyhan- la miró sonriendo -Y bien a lo que vine... ¿Así que ya te sientes con el suficiente poder para despedir a las criadas?- Reyhan camino por todo el lugar riendo para después sentarse en el sillón -Handan, se te olvida que no eres Sultana, no puedes hacerlo-

-Pero pronto lo seré, si Allah lo permite daré a luz a un príncipe- sonrió descarada -Y será el primero de varios, no como otras que no pueden- Reyhan cambio su expresión

-¿Como sabes eso? Ah- Reyhan se levantó del sillón, con tono amenazante

-El príncipe me lo dijo la noche que se entero que sería padre nuevamente- lo descarada se le notaba hasta por encima -Y supongo que es cierto, digo no has quedado embarazada en estos meses-

-Eso es lo que ustedes piensan, se que Allah no me ah abandonado aún, y aunque ahora no este embarazada nuevamente, lo estaré en un futuro Handan- Reyhan la fulmino con la mirada -Y de mi te acuerdas que le daré muchos hijos varones al príncipe- se acercó a ella hasta acorralarla en la pared -Y de una vez te sigo que no podras despedir a las criadas del harem, la que decide soy yo, no tu- grito entre dientes con el ceño fruncido, después de gritarle se separó, acomodo su ropa y salió del lugar ahora si con destino a sus aposentos.

𝑹𝒆𝒚𝒉𝒂𝒏 𝑺𝒖𝒍𝒕𝒂𝒏 (EN EDICIÓN.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora