X - Pelea

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La calle Rockwell, la más transitada de toda Nueva York pues conecta el aeropuerto a la ciudad más famosa de todo Estados Unidos.

Es de esperar que, aún con lo peligroso que es transitar por la misma vía muchos automóviles pasaban para cumplir su labor. Desde taxis, autobuses, camiones e incluso camionetas; aquellos eran pocos de los muchos tipos de automóviles que transitaban en ese momento.

Nuestra protagonista veía a todos con cierta mueca de fastidio. Detestaba eso con todo su ser.

El sacrificarse día a día para que nadie salga herido, para que ahora tuviera que ver a las personas arriesgar su vida y la de otros por simplemente cumplir su trabajo.

Le irritaba porque eso era lo que hacía ella: sacrificaba su bienestar por su trabajo.

Aún y sabiendo que ella estaba haciendo las cosas terriblemente mal no quería aceptar que se estaba causando un daño.
Para ella el fin justifica los medios.

Pero… se estaba perdiendo de mucho.

En poco tiempo cumpliría ya con sus 5 siglos y medio de vida.

Y en todo ese tiempo sólo ha tenido una relación amorosa, y ni siquiera alguna relación sexual.

Parecía más un esclavo a su labor.

¿Qué tal y si, por una vez en su vida, la vive?

¿Qué tal si se da un descanso de su trabajo para disfrutar de la vida?

No, no puede.

Debe hacer su labor.

Debe mantener a la humanidad a salvo.

Vaya trabajo agotador.

Entre pregunta y pregunta la azabache vió de reojo que los hombres del peliblanco habían encontrado algo.
Sin alguna opción -o razón- para ignorarlos _____ caminó hacia los soldados con la mayor elegancia que le permitía no haber dormido en quién sabe cuánto tiempo.

Es decir, no mucha.

– ¡Señorita (T/N)! ¡Hemos encontrado una fuente de energía demoníaca! –
– Bien, llévenme allí. –

Los soldados comenzaron a caminar hacia una especie de drenaje que guiaba al sistema de acueducto de la ciudad; específicamente el de agua potable para los hogares y empresas.
Al menos no quedaría cubierta de excremento.

Eso es algo bueno.

Los soldados bajaron por las escaleras con la demonio detrás, teniendo sumo cuidado de no caerse debido a que el piso estaba extremadamente húmedo -obviamente-.

– Bien, ¿Dónde está esa fuente malévol?- – sus palabras fueron interrumpidas.

Frente a ella, en una de las paredes del lugar, un portal que guiaba al infierno conectaba con el mundo de los vivos.

Ese seguramente era el pasadizo donde entraban los diablillos y demás.

⭔O.M.C.A. (Updyke × Reader)⭔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora