XXI - Reencuentro

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. . .

"Estaban frente a frente.
A sabiendas de sus sentimientos.
Con gran tensión presente.
Pensando en los próximos movimientos."

Ambos estaban parados frente a frente en total silencio, mirándose fijamente a los ojos. Unos denotaban rabia que escondía intenso dolor, y los otros... denotaban dolor que escondía un gran amor no correspondido.
¿O quizás sí era correspondido?

Fuere como fuere ambos sabían el por qué tan tenso silencio.
Lo peor es que ninguno era capaz de decir algo al respecto para poder quebrar esa enorme capa de hielo que habían creado entre sí.

¿Qué podían decir?
Hace dos años no se veían frente a frente, y tampoco es como que fueran los más felices antes de ello.
En pocas palabras... eran totales desconocidos ahora.

No, ni siquiera eso.
Si fueran desconocidos sería más entendible.

Eran dos rivales, dos almas que se odiaban mutuamente.
O quizás simplemente fingían ello para evitar otro mal entendido.
Quizás para no verse débiles frente al otro.

Ninguno de los dos lo sabe con exactitud, pero tampoco tienen los ánimos para probarlo.

- Así que nos vemos de nuevo... - la demonio chasqueó la lengua. - ... humano. -

Esa frialdad... esa imponencia... ese tono...
Todo de ella daba miedo.

Tragó saliva con notorio nerviosismo, casi que temblando al ver esos muertos iris rojos mirarle fijamente, como si estuvieran comiéndose su alma segundo a segundo.
Una vez estuvo listo para hablar la demonio lo calló en un segundo, continuando con su habla aún y cuando sabía que el peliblanco iba a hablar.

- Quién diría que nos encontraríamos de nuevo. Y quién diría... que sería después de tanto tiempo... -
- ... - dicho eso ya no sabía realmente qué decir al respecto.
- ... sin palabras, ¿Huh? Ya veo... -

La demonio se dio la vuelta, dispuesta a irse de ese sitio.
Lastimosamente el peliblanco la detendría al tomarla de su enorme mano izquierda, causando que la mujer se helara ante el tacto suave de las manos del hombre.

- ¡Espera! - exclamó. - No te vayas... por favor... -

Con dudas simplemente le hizo caso, quedándose totalmente quieta ante las palabras del masculino.
Casi parecía que él tenía total control sobre ella con sus palabras; ¿Acaso era magia? ¿Un hechizo? ¿O su sofocante necesidad de afecto y conversación la hacían actuar de esa manera?

O aún mejor.
¿Acaso aún sentía algo por él?

Ante esos pensamientos comenzó a morderse inconscientemente el labio inferior, llegando incluso a herirse un poco.

- ... -
- ... mira... lamento todo esto. Sé que me odias por lo que te hice... p-pero Yo- -
- No tenías de otra. Lo sé. - le interrumpió. - ... los monstruos no somos necesariamente estúpidos... -
- N-no quería decir eso... -
- ¿Y acaso importa? Porque en lo que a mí concierne ahora somos simples desconocidos. -

Esas palabras... destrozaron su corazón, aún más de lo que ya estaba antes.
Pudo sentir que lo mismo ocurrió con el masculino ya que su fuerte agarre se desplomó como una torre de naipes apenas esas palabras salieron de su boca.

Era un momento tenso, y ellos indirectamente lo hacían aún más tenso.

- ... -
- ... -

⭔O.M.C.A. (Updyke × Reader)⭔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora