IX - Ira

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Meses han pasado y, junto a ellos el día tan anhelado por casi todas las personas en el mundo llegó: Halloween.

Era un mes donde la gente vivía con una alegría increíble, emociones al límite y una constante necesidad de postear historias tétricas para traumar a los más frágiles. También estaban los dulces, los mitos y los típicos niños dispuestos a destruir propiedad privada por simples "bromas".
También era un buen mes de marketing para todas las empresas pues el poder vender casi el doble sólo por cambiar una simple etiqueta era lo más.

Sí, todo era alegrías… menos para cierta persona.

El mes de octubre era una alarma de comida a todas las criaturas malvadas, dispuestas a acabar con la vida de seres humanos para saciar sus más perversas necesidades.
Tantas personas en las calles a altas horas de la noche… era un festín celestial.

En pocas palabras los casos de amenaza llegaban incluso a triplicarse.

Todo en un puto mes.

Un. Puto. MES.

Claro, ésto no tenía muy contenta a la cazadora; es más, la tenía más muerta de lo que ya estaba. Ojeras, caminata encorvada y una actitud mucho más reacia y molesta en general eran pocas de las características que se notaban en ella.
Y eso que no hablamos de lo peor.

Al ser la cazadora más reconocida de toda América, y una de las más famosas en todo el mundo es de esperar que tal vez estaría en algún hotel descansando pues la mayoría de veces los demonios que atacaban a la ciudad durante octubre eran los más pequeños y débiles.

Bueno… no es así.

Para evitar cualquier gasto "innecesario" la O.M.C.A. envía a su mejor cazadora a acabar con todo rastro de potencial amenaza.

En otras palabras, cacerías 24/7.

Si, al principio es increíble para la demonio pues podría entretenerse todo lo que quisiera a la hora de cazar, pero conforme pasaban los días comenzaba a decaer más y más debido a la fatiga y el excesivo trabajo.
Aún así podía aguantarlo, de todas formas siempre hacia lo mismo cada fin de año.

Y oh vaya que no sería sólo en octubre. Diciembre, enero y julio eran los meses donde el índice de amenaza tenía su mayor incremento en todo el año. Las personas viajando, las festividades y demás eran un factor clave en este hecho.

Por suerte enero y julio no eran tan pesados, y en diciembre al menos la gente se mantenía resguardada, así que tampoco era TAAAAAN exigente su trabajo en esas épocas.

Pero era octubre, el mes donde incluso la magia oscura se vé fortalecida.
Era frustrante sin duda.

Aunque su trabajo fuera monótono al menos la mujer intentaba animarse con frases y palabras.
Así al menos no moriría del asco.

Tras cumplir su cacería número 3468 de la semana ____ recibió una llamada del director de su compañía. Sin muchas ganas contestó con notoria irritabilidad y cansancio debido a su trabajo prácticamente sin descanso.

– ¡Hey (T/N)! – llamó Matthew, el director. – Espero no estés muy ocupada en este momento… jaja… –
– … ¿Qué quieres? – respondió fría y cortante.
– Woah, relaja ese sentir. Necesito que vengas, tengo algo que decirte. –
– Bien. –

⭔O.M.C.A. (Updyke × Reader)⭔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora