012. Sunshine

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Estábamos en el garaje, los chicos jugaban videojuegos mientras Caleb y yo teníamos una acalorada sesión de besos en el sofá de junto. Últimamente hemos estado bastante jocosos, eso no era algo que me molestaba pero sabía que él quería algo para lo que aún no estaba lista.

—Ustedes dejen de pasarse saliva, tenemos que irnos—espetó Wyatt

Caleb se separó de mi y protestó, hoy tenían un juego bastante importante al cual por supuesto asistiría, incluso me compré pinturas para hacerme algo en el rostro, creo que estaba más emocionada que él.

Me levanté de su regazo y él del sofá pegándose a mi cuerpo para seguir besándome pero Ryker lo empujó al sofá y el rubio le puso mala cara.

—Caleb tiene que darte algo—acotó Finn

Caleb volvió a ponerse de pie y salió del garaje, segundos después regresó con algo detrás de la espalda, se acercó a mí con una tímida sonrisa —Pensé en que tal vez te gustaría tener algo para ir a los partidos

No entendí que quería decirme hasta que me dio una camiseta con los colores del equipo y al abrirla supe que era de él tenía el número 10 en amarillo al igual que el apellido Morgan, seguro a él le iba pequeña pero a mí me quedaría enorme.

Me la pasé por la cabeza confirmando lo antes dicho, las mangas me quedaban en extremo largas y me llegaba hasta arriba de las rodillas — ¿Como me queda?—pregunté

—Hermosa—dijeron todos a la vez y mientras Caleb los miraba mal yo me reía

— ¿Nos vamos?—añadí

—Vámonos—espetó Finn

Yo agarré mi bolso al igual que los chicos, los dejamos todos en el maletero de la camioneta de Finn, nos dividimos en dos; Wyatt y Samuel se fueron juntos en el carro del primero mientras que Caleb, Ryker, Caleb y yo nos fuimos con Finn.

Cuando llegamos los chicos pasaron directo al vestidor y yo fui al baño, me acomodé la camiseta, me pinté una franja roja en vertical seguido de una blanca y al final una amarilla; me hice dos coletas con unas tiritas de los tres colores adornando mi cabello y salí del baño.

Los chicos iban pasando todos juntos de espalda a mí con los patines en la mano, corrí hacia Caleb y salté sobre su espalda, él se vio obligado a sujetar mis muslos y dejé que me viera el rostro

— ¿Tengo suficiente espíritu de competencia?—le sonreí expectante

—Tendrías más si le dieras besos al capitán

Caleb me dejó en el suelo, se giró para que quedemos frente a frente y me admiró por unos segundos hasta que fusionó sus labios con los míos en un beso lleno de pasión, tal parece que verme con esta ropa lo pone más jocoso de lo normal, me vestiré así más seguido.

— ¡AQUÍ NO, MORGAN!—un rugido nos interrumpió

Nos separamos y pude ver al entrenador de Caleb de brazos cruzados mirándonos con seriedad imponente, ese hombre me intimidaba bastante.

—Lo siento, entrenador—masculló Caleb tomándome de la mano y tirando de mi hacia las gradas

Los chicos se pusieron los patines y entraron al hielo junto al otro equipo y planearon la jugada antes de que la bocina sonara indicando que el juego había comenzado; esta vez ni Agnes ni Lisa vinieron, solo estaba yo alentándolo lo más que podía.

El equipo contario hizo los primeros dos goles, luego los chicos lo remataron con tres seguidos lo cual fue sorprendente pero Caleb estaba muy distraído, siempre miraba hacia un lugar y no era yo precisamente, levante la vista intentando averiguar que miraba tanto y entonces lo vi. En la grada más alta, de pie con su traje negro, su cabello bien peinado y su expresión seria, Everett había asistido.

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