026. Incluso entonces

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Es extraño que siempre hayan festejado mi cumpleaños como si fuera el último y cuando llega el final estoy en el hospital, que triste. Los chicos me trajeron pastel y obsequios pero finalmente me quedé con mi familia, Caleb y Sadie.

Agnes y Emilia también vinieron a verme, trajeron chocolate caliente para todos y se quedaron a conversar un rato antes de irse. A Emilia la vi muy feliz, sin duda estar lejos de Everett le hacía bien.

Caleb no se ha despegado de su celular y por experiencia se que cuando eso pasa me está escondiendo algo — ¿Qué haces?— pregunté haciéndome la inocente.

Caleb dirigió su mirada hacia mi madre y esta miró su reloj para después negar sutilmente con la cabeza. Algo se traían estos dos y no entiendo porque no formo parte de eso, decidí no preguntar más porque sería inútil ya que no obtendría respuestas.

Pasaron unos minutos y todos se pusieron de pie, miré extrañada a Caleb quien me sonrió pícaro —Tenemos una sorpresa para ti, Puchini— espetó tomando mi mano para levantarme del sofá

Caleb entrelazó su mano con la mía y salimos de la habitación, hasta el momento nadie ha sido capaz de decirme nada pero Sadie está tan feliz que por poco se pone a dar saltitos. Salimos del hospital y todos los chicos estaban de pie delante de una enorme casa rodante.

— ¡SORPRESA!— gritaron todos mientras los chicos tiraban serpentina

—Despídete de tus padres, volvemos mañana—susurró Caleb en mi oído

Me di vuelta y los abracé con fuerza, mañana tendría que hablar sobre la mudanza pero ahora solo quería disfrutar el momento, antes de que me diera cuenta Sadie estaba subiendo junto con los chicos. Quería gritar de la felicidad, mi primer mini viaje o lo que sea con ella ¡Voy a enloquecer!

Me abracé a Ryker como si no hubiera un mañana porque sé que gran parte de esto es gracias a él, me levantó del piso apretujándome contra su cuerpo, Caleb se unió al abrazo —No se dan una idea de lo mucho que los amo a los dos— espeté

— Y nosotros a ti, preciosa— respondió Ryker

—Demasiado...—añadió Caleb

Besé la mejilla de Ryker y los labios de Caleb antes de subir. Al entrar pude ver a Kane sentado junto a Wyatt mientras sacaban cartas, Ross subió detrás mío y quedó al volante, todos nos sentamos y él arrancó.

— ¿Me dirás donde vamos? —le pregunté a Caleb

—Nop—negó antes de darme un corto beso en los labios

Ross condujo al menos dos horas, salimos de la cuidad y aunque me distraía jugando uno con los chicos no podía evitar pensar a donde me llevarían. Pero antes de que pudiera protestar mientras exigía que me dijeran donde íbamos el remolque se detuvo y Ross avisó que habíamos llegado a nuestra primera parada.

Caleb me tomó de la mano y junto a todos salimos al frio exterior para encontrarme con un parque de diversiones ¿Abandonado? Quedaba en el medio de la nada y por razones obvias no había nadie.

—Mi tío conoce al dueño, ya nadie viene por aquí—espetó Samuel— Lo vendió super barato, nosotros solo vendríamos por un rato pero ahora es nuestro—rebuscó en su bolsillo— Feliz cumpleaños, Rizos—me entregó unas llaves

—No. Puede. Ser ¡Compraron un parque de diversiones!— exclamé con alegría y sin podérmelo creer

Abracé a todos como para dejarlos sin respiración y de un salto me subí a la espalda de Ryker para entrar al lugar. Todos tenían una copia de las llaves, incluida Sadie, fue Caleb quien abrió las gigantescas puertas de metal tallado.

Take my Heart [✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora