XXI

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En sus bocas se estaba librando una batalla la cual ninguno quería detener, los dos deseaban esto. Thomas se alejo de la joven y la miro unos segundos para luego dedicarle una media sonrisa, sin decir mas, volvió a atacar su boca ahora alzándola de las caderas haciendo que ella se trepe a el con sus piernas rodeando el cuerpo de Thomas. 

No habrá vuelta atrás luego de esto.-murmuró Thomas apoyando a la joven en la cama.- 

Lo se, por eso, no te vayas a enamorar, Shelby.-le respondió la joven con una sonrisa burlona, mientras lo tomaba del cuello y volvía a atacar su boca.- 

No lo hagas tu, niña.-contraataco al mismo tiempo que sacaba con desesperación la camiseta que cubría a la joven.- 

El mayor trago grueso al ver el cuerpo de la joven, esta solo se encontraba con sus bragas, no tenia sostén, sin preguntar tomo los pechos ajenos entre sus manos, eran del tamaño perfecto para encajar en sus manos, la joven soltó un jadeo al sentir el tacto del contrario sobre su piel, era solo algo que el podía lograr y por eso era que lo odiaba tanto. Thomas por su parte estaba agradecido ante la oferta de la joven, la había deseado desde el día que la vio con ese vestido floreado en la casa de su padre, si bien la había tenido una vez y en la primera vez de ella, necesitaba mas, cada día que la veía se la imaginaba debajo de el gimiendo su nombre, tal vez Charlie tenia algo de razón, volvía a ser un adolescente cuando de ella se trataba. 

Por otro lado, la joven se estremecía cada vez mas ante el tacto ajeno, en su cabeza daba vueltas la idea de que si eso estaba realmente bien o se había terminado de hundir al romper esa barrera que ella se preocupo en marcar tanto tiempo, cerro los ojos al sentir los labios de Thomas sobre uno de sus pezones, ahí entendió que no era momento para lamentarse de ello y solo disfrutar, si Thomas se divertía ella también podría hacerlo sin salir lastimada, o al menos eso iba a intentar. 

Te odio.-jadeo la joven al percatarse de todas las sensaciones que le hacia sentir un solo hombre y no cualquiera, era el.-

Yo no.-susurró Thomas sobre sus labios mientras con un ágil movimiento se libraba de las bragas de la joven, se alejo un poco para poder tener una imagen entera de ella desnuda y se relamió los labios.- Pero me gusta que me odies.-murmuró ahora sobre el cuello de la joven, eso la hizo temblar.- 

Thomas sin previo aviso hizo un camino de besos desde su cuello hacia su abdomen, alzo la mirada y le volvió a sonreír de costado para luego colocarse entre sus piernas, la joven cerro los ojos y arqueo la espalda al sentir la lengua húmeda de Thomas sobre su intimidad, mordió si labio inferior al sentir ahora como este comenzaba a lamer sin pudor alguno, esa parte de el era la que la volvía loca, esa forma tan descarada que tenia de ser. 

El mayor llevo una de sus manos hacia el rostro de la joven, mejor dicho a su boca. 

Abre la boca.-ordenó con la voz ronca, la joven si protestar lo hizo, Thomas metió dos de sus dedos en la boca ajeno.- Lame.

La joven lo hizo tal como el lo pidió, Thomas retiro sus dedos de la boca de la joven y los llevo hacia la entrada de Jessamine, la miro antes de introducir uno de sus dedos dentro de ella, Jessamine mordió su labio e hizo un puño con sus manos, tomando las sabanas en ellas.

Era el único momento en donde no le molestaba sentirse inferior a el ni intimidada, al contrario de eso, le gustaba sentirse así, le gustaba que el tome el mando de la situación y la haga sentir así.  

Thomas comenzó a mover su dedo dentro de ella para luego con algo de cuidado meter el segundo, acerco su rostro a la intimidad de la joven y comenzó a dejar besos húmedos por toda la zona, Jessamine se encontraba intentado retener sus gemidos y Thomas noto eso.

《Born To Die》 Thomas ShelbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora